Samca ha puesto en marcha ya su planta de gres en Alcorisa. Más de veinte personas trabajan en la fábrica que ha reabierto la empresa ariñera en el Bajo Aragón fruto de su compromiso territorial con frenar la pérdida de empleo en el sector minero-eléctrico y su contribución a la reactivación de la cuenca minera. Además, no es el único proyecto que el grupo empresarial va a poner en marcha en la zona. La planta de fertilizantes de Ariño espera abrir también en este semestre. Es de destacar el compromiso de la empresa con la comarca y, especialmente, con Ariño, donde se fraguaron los inicios de la que ahora es una de las compañías más importantes de Aragón. Por ello, el cierre inevitable de las minas con el fin de la Central no ha cogido desprevenida a la empresa aragonesa, que llevaba tiempo trabajando en buscar una alternativa viable sostenible. Una labor prudente y silenciosa sin buscar grandes anuncios antes de tiempo pero que sin embargo está dando sus frutos cuando toca dar de verdad una alternativa empresarial al territorio. El proyecto de la planta de fertilizantes de Ariño no sale de la nada al igual que ahora requerirá un tiempo prudencial entre la puesta en marcha de su fábrica y la implantación de su producto, hecho con carbón, en el sector. Esta iniciativa conlleva una ingente labor de investigación, desarrollo e innovación que ha durado varios años y una inversión superior a los 34 millones de euros. Cabe destacar que su base es la innovación a través de la investigación para darle un nuevo uso al carbón. El proyecto incluye un centro de I+D+i ubicado en la misma planta y la materia prima a partir de la que se desarrollarán los productos es el mineral de leonardita extraído en las explotaciones de la zona. A estos proyectos hay que sumar el de Térvalis, que ha comprado la fábrica de embutidos de La Mata de los Olmos. Estas iniciativas evidencian que los grandes proyectos han de partir de las empresas comprometidas con la tierra y su desarrollo. Por supuesto, tampoco hay que olvidar las pequeñas iniciativas de los autónomos y pymes, que con su constante empuje empresarial dan vida a los pueblos y trabajo a sus vecinos pese a las múltiples trabas de la administración y constantes trámites para recibir ayudas. Es en eso en lo que hay que trabajar para salir del agujero. Los planes y convenios, ya llegarán.

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