Una mala experiencia con situaciones de nuestro entorno, hacen que tengamos una visión muy influenciada sobre situaciones venideras. Y este mecanismo de autodefensa que tiene el ser humano, hace que nuestras inversiones se vean mermadas por malas experiencias pasadas.

Y es que las experiencias vividas en los mercados, determinan de gran manera las decisiones que vamos tomando a la hora de posicionarnos en los mismos. Y ya no me refiero a las típicas rachas de las últimas operaciones realizadas, sino más bien en las experiencias en diferentes etapas de nuestras vidas.
Y es que recientemente se ha realizado un estudio que demuestra que nuestra toma de decisiones financieras, viene determinada en gran medida por los resultados que obtuvimos en nuestras primeras inversiones.

Solo tiene que recordar lo que paso en los mercados cuando realizo sus primeras operaciones, y puede que esto le aclare algunas de las decisiones que toma, o que no toma, cuando a día de hoy opera con los mismos.

Intente recordar lo que paso en los mercados, cuando tenía entorno a los 20 años. Puede que usted naciera en los años 80, y las acciones se revalorizaran de forma constante año tras año. Este hecho, probablemente le haya marcado sensiblemente y siempre vea al mercado como un vehículo de inversión, donde la paciencia y el operar a largo plazo, sea la mejor manera de buscar rentabilidad.

Si su nacimiento se produjo en los años 60, eso significa que las acciones se mantuvieron muy planas durante gran parte de su juventud. Eso puede que le haya dado una sensación donde las inversiones no rinden demasiado. En esos años difícilmente conocería a alguien que ganara mucho dinero con las acciones, y en cambio sí que recordara alguna situación donde esas inversiones dieran rentabilidades negativas. Esto puede que haya dejado una sensación en la que el mercado es una especie de broma.

La verdad es que ninguna de esas dos visiones es correcta. Ambas experiencias, son únicamente observaciones de dos ciclos en los mercados, uno de auge y otro de mercado plano. No hay duda que cada inversor tiene experiencias totalmente diferentes, y que estas configuran nuestros hábitos actuales.

El punto de este estudio es que, los inversores son malos a la hora de predecir el futuro, debido a que normalmente se piensan que este se parecerá al pasado. Intentemos invertir hoy como si fuera el primer día, sin olvidar lo aprendido, pero que la experiencia no nos condicione a la hora de tomar decisiones.

Raúl Cirugeda Conejos. La Bolsa / Espacio de Caja Rural de Teruel