En las últimas semanas la prensa aragonesa se ha hecho eco de la noticia que hablaba de las presuntas irregularidades cometidas por el 90% de los ayuntamientos de Teruel que se presentaron a la convocatoria del Fite 2017 por las que el Gobierno de Aragón solicita la devolución de un importe muy alto de dicha convocatoria.

Ya de entrada llama la atención que un porcentaje tan elevado de ayuntamientos presuntamente hayan cometido irregularidades en la ejecución de los proyectos. En todas las convocatorias del Fite algunos ayuntamientos son penalizados por no terminar los proyectos a tiempo o por no hacerlos tal y como fueron presentados por ellos mismos, pero tantos parece imposible.

Se está pidiendo a ayuntamientos tan pequeños como Jatiel que devuelva un importe que supone la totalidad de su presupuesto anual, de locos vamos.

En el caso del ayuntamiento de Híjar se penaliza con la devolución del 50% del importe concedido para la construcción del edificio Tambor, la sala de exposiciones de la Semana Santa, por no aportar un boletín de Industria que no supondría más de un 2 ó un 3% del importe total del proyecto, en el supuesto caso de haber estado incluido en el proyecto presentado.

En este caso concreto la obra se acabó a tiempo, pasando la certificación correspondiente.

No se puede entender, si no es por un afán recaudatorio del Gobierno de Aragón, que ahora se solicite la devolución de dicho importe del Fite.

Este proyecto se presentó al Fite destinado a Infraestructuras municipales que no tiene otro fin que apoyar a los ayuntamientos de Teruel en la realización de proyectos que mejoren sus municipios, proyectos que nunca podrían financiarse sin este tipo de ayudas.

El Gobierno de Aragón tiene la obligación de fiscalizar hasta el último céntimo que entrega a los ayuntamientos de Teruel en las convocatorias del Fite, pero también tiene la obligación de aportar unas bases muy claras y precisas para la presentación de los proyectos municipales.

Manolo Gómez – GANAR Híjar