El anuncio de Dorna de que a partir de 2022 los Grandes Premios del Mundial de Motociclismo deberán rotar por los cuatro circuitos de velocidad españoles actualmente vigentes en la prueba ha puesto de nuevo sobre la mesa la viabilidad del GP de Aragón, cuyo contrato está firmado por el Gobierno de Aragón solo hasta 2021. Este cambio que avanza la dirección del campeonato venía siendo augurado por los expertos del motor, dado el agravio que suponía a nivel internacional la presencia de cuatro citas españolas que dejaban fuera a otros circuitos mundiales. La duda está ahora en si el cuatripartito actual en Aragón será capaz de mantener y negociar el contrato a partir de 2022, con las modificaciones en el contrato con Dorna que ello requiera.

Cabe recordar, y no es asunto menor, que la última firma del contrato ya fue difícil, especialmente debido a las reticencias de Podemos, que en el arranque de la legislatura exigió cambios en el complejo de motor que, entre otras cosas, motivaron la salida de su anterior gerente, Tomé Alfonso, con las consecuencias que ha supuesto para la competitividad de Motorland durante los últimos años. Este fin de semana será clave para conocer los posicionamientos actuales de todos los partidos, sobre todo de la formación morada y de Chunta Aragonesista, que en ambos casos han mostrado reticencias serias desde el origen. Sus aportaciones serán fundamentales para la deriva del proyecto, no solo del GP de Aragón, sino de Motorland en sí mismo y sobre todo de Technopark. El respaldo del PAR ha sido desde el inicio más que manifiesto, y de hecho va a liderar la gestión global de la mano del vicepresidente autonómico Arturo Aliaga. El apoyo del PSOE también está claro, especialmente de los socialistas bajoaragoneses y turolenses, no tanto en el resto de Aragón con el que se han tenido que limar muchas asperezas que todavía cuestan. Habrá que saber leer muy bien en clave política y de futuro los gestos y actuaciones de nuestros responsables políticos este fin de semana.

El Gran Premio de Aragón es el mayor escaparate que nuestra comunidad pueda tener, saber rentabilizarlo más allá de este fin de semana, trazar sinergias con los visitantes y, sobre todo, aprovechar la visita de las escuderías y grandes sponsors para vender el circuito y el parque tecnológico es una labor en la que la DGA debe centrar más esfuerzos.

Editorial