Hace unos días nos despertábamos todos los españoles con las nefastas declaraciones del Ministro de Consumo, Alberto Garzón, acerca de la mala calidad de la carne que producen nuestros ganaderos. Unas palabras que dañaron gravemente la excelente reputación de los trabajadores del sector primario, productores de alimentos de primera calidad y que, además, viven en la España de las oportunidades: nuestro territorio.

El problema se convierte en muy grave cuando el presidente del Gobierno de España mira para otro lado y permite que un ministro de su gabinete demonice a un sector clave para el desarrollo de nuestra provincia desde el punto de vista económico y también de generación de empleo. ¿Acaso sabe Garzón cuántos municipios deben en buena medida a la ganadería la población que tienen?

Un gobierno serio no hubiera tardado más de unos días en echar a un ministro que tanto daño está causando a nuestro país. La realidad es que, una vez más, se vuelve a evidenciar la debilidad de un Ejecutivo mucho más preocupado en contentar a independentistas, populistas y etarras, que en ofrecer soluciones a quienes, como nuestros ganaderos, trabajan duramente para dar lo mejor a nuestro país.

España tiene hoy ¡23 ministerios! Y todos ellos conforman un gobierno más caracterizado por sus nulas acciones y, sobre todo, por sus nefastas declaraciones. Hoy los afectados han sido los ganaderos, pero hace no mucho fueron la industria del sector del juguete o el turismo, por su «poco valor añadido», siempre según sus palabras.

Lo que necesitan los españoles no es un Gobierno que mienta o cree problemas. Lo que realmente demanda nuestro país es un Ejecutivo serio, que establezca medidas firmes y que resuelva nuestros problemas. Objetivos que solo vendrán de la mano del Partido Popular y de Pablo Casado como presidente.

Alberto Herrero. PP Calanda