La vuelta al cole de los peques de la casa, el despertar de las oficinas tras su letargo estival o la manta que ya descansa a los pies de la cama, son algunos de los indicios de que el verano está llegando a su fin. Sin embargo, en el Bajo Aragón Histórico, son muchos los pueblos que se resisten a dar la bienvenida al otoño, reservando para el final sus Fiestas Patronales. Unos días en los que las calles se tiñen de color, de fiesta y de alegría.


Personal de los Ayuntamientos, concejales de festejos, asociaciones, particulares, comerciantes o empresarios, son sólo una parte de todas las personas que, de diferentes formas, contribuyen a que las Fiestas sean todo un éxito. Pero, sin ninguna duda, los grandes artífices de que nuestras plazas se abarroten de gente y actos son los miembros de las Comisiones de Fiestas. Ellos son las hormiguitas que trabajan desinteresadamente durante todo el año para que todos podamos disfrutar cuando llegue septiembre. Me gustaría que pensaran en ellos, en el esfuerzo que hacen y en el tiempo que invierten, y que restan a sus amigos, familia o parejas, antes de criticar el Programa que con tanto cariño han preparado.


Sólo las personas que han sido miembros de una Comisión son conscientes del trabajo que implica organizar unas Fiestas. No importa la diversidad de actos que ofrezcas, o lo que te esfuerces en buscar la mejor orquesta, siempre habrá gente descontenta. Y, a pesar de ello, una fuerza interna les anima, de manera inexplicable, a no rendirse y seguir trabajando en beneficio de su pueblo.


Las personas que integran las comisiones no son perfectas, se equivocarán muchas veces, pero no duden de que su intención es buena, y que agradecerán las críticas constructivas que les ayuden a hacerlo un poquito mejor. Si aun con todo alguien cree que puede hacerlo mejor, le animo a que se atreva a dar el paso para formar parte de la Comisión de Fiestas de su localidad.


En este sentido, me gustaría hacer un llamamiento especial al género femenino. Vivimos tiempos de cambios en los que las mujeres estamos cada vez más presentes en todos los estratos de la sociedad. Sin embargo, las Comisiones de la mayoría de nuestros pueblos siguen estando integradas mayoritariamente por hombres. Si queremos que nuestra voz sea escuchada debemos estar presentes en los lugares donde se toman las decisiones, también en las Comisiones de Fiestas.


De igual modo, aprovecho estas líneas para recordar que en nuestros pueblos no hay cabida para las agresiones machistas. NO es NO. Queremos bailar libres, queremos beber libres, queremos reír libres. En definitiva, queremos que, cuando salgamos de casa estas Fiestas, nuestra única preocupación sea cómo organizarnos para llegar a todos los actos que la Comisión haya preparado para nosotros.


En estas Fiestas que se avecinan, nos reencontraremos con viejos amigos, comeremos y beberemos como si no hubiera un mañana, nos olvidaremos de la rutina y los problemas del día a día y crearemos recuerdos que nos acompañarán el resto de la vida. Por ello, no caigamos en el error de encerrarnos en las peñas, salgamos a la calle, disfrutemos de la compañía de nuestros vecinos. Porque al final, las Fiestas sólo tienen una finalidad, y es hacernos un poquito más felices. De lo demás, ya se encarga la Comisión.


Con todo, sólo me queda desearles unas Felices Fiestas y, nos vemos en las calles.

Silvia Casas – Politóloga y Concejal de fiestas del Ayntamiento de Alcorisa