¿Qué opinan ustedes de la idea de que las relaciones internacionales deberían estar fundadas sobre unas normas morales de respeto a la Humanidad? ¿Que resulta dañino para todos y sobre todo para el Estado que la promulga, la política de «nosotros primero»? ¿Que debería ser de exigible cumplimiento en el mundo que en determinadas circunstancias -como la presente pandemia, sin ir más lejos- se implemente una obligación de ayuda material transnacional? ¿Que todas las naciones tienen deberes relacionados con la admisión e integración de los migrantes, exiliados y desplazados por causas bélicas, de desastres naturales, hambrunas o epidemias? ¿Que del concepto mismo de humanidad se desprenden deberes estrictos de ayuda material, no sólo en el contexto interno sino en el conjunto de las naciones? ¿Que debe existir un compromiso interno en cada país por la redistribución material de los recursos propios, evitando la miseria, sobre todo en los ámbitos de la salud y la educación de todos los ciudadanos? ¿Que todas las naciones civilizadas comparten un deber común de protección de sus entornos naturales?¿Que el sujeto fundamental de justicia moral y política es el individuo, que goza de ciertos derechos sea cual sea el lugar que le haya tocado vivir? ¿Que el respeto por la Humanidad, combinado con el concepto básico de que el mundo es, en cierto sentido, el hogar común de todos nosotros, entraña la obligación de facilitar el sustento preciso para la vida humana a aquellos que están en situación desesperada? ¿Que ningún grupo étnico o religioso puede ser objeto de un trato negativo aduciendo esas diferencias?

Todas estas ideas expuestas tienen una respetable antigüedad, cuatro siglos, aunque sorprende su idoneidad y conveniencia con los tiempos actuales. Su autor fue Hugo Grocio (1583-1645), uno de los fundadores del Derecho internacional.

Yo añadiría una más: ¿Que como seres humanos en pleno siglo XXI y con el conjunto de conocimientos y técnicas de que se disponen sobre las formas de vida de animales y vegetales, tendríamos que reformular el concepto de justicia respecto a todos los seres sintientes del planeta (Aristóteles ya situaba a aquéllos al nivel básico de los seres humanos, que compartían una explicación común del movimiento basado en el deseo y la cognición)?
¿Opinan que todo esto será siempre una utopía?

Alberto Díaz Rueda