Es justo que paguemos impuestos y que sean progresivos, vaya esto por adelantado, pero en ocasiones Hacienda nos trampea y eso, aunque sea legal, porque la ley la hacen ellos, no es justo. La Real Academia de la Lengua Española define trampear como «engañar a alguien o eludir alguna dificultad con artificio».

La Agencia Española de Administración Tributaria y la Oficina del Catastro son organismos dependientes del Ministerio de Hacienda, por lo tanto se les supone estrechamente conectados. La Ley establece dos procedimientos para las revisiones catastrales: la valoración colectiva de carácter general y la actualización a través de los Presupuestos del Estado. El valor catastral de un inmueble que es primera vivienda no está grabado en el IRPF, pero el de la segunda residencia sí lo está. En Valderrobres, alrededor del 50% de los inmuebles son segunda residencia, lo que incluye a toda casa que es propiedad de alguien que no la utiliza como vivienda habitual. Algo similar debe ocurrir en otras localidades de nuestro territorio, incluidos los masicos de Alcañiz.
En este caso el trampeo consiste en el sistema de actualización del valor catastral. Si la actualización en los últimos diez años es a través de la «valoración colectiva», la repercusión de la segunda vivienda en la renta se valora al 1,1%. Si es vía «Presupuestos del Estado», se valora al 2%. Es decir, una vivienda que tuviera un valor catastral de 100.000 € en 2008 y se hubiera actualizado a 150.000€ por la primera vía, tendría una repercusión en el IRPF de 1.650 €, mientras que, si se hubiera actualizado por la segunda vía, repercutiría en 3.000 €, casi el doble.

Si lo ejemplificamos en Valderrobres, entre el año 2000 y 2017 el valor catastral se ha actualizado un 76,5 % a través de la Ley de Presupuestos, lo que impositivamente equivale a una actualización del 321% si se hubiera llevado a cabo a través del procedimiento de valoración colectiva. Ese porcentaje es escandalosamente elevado, porque durante el mismo periodo de tiempo, el IPC fue del 45,3% y porque el incremento en los procedimientos de valoración colectiva, en las localidades donde se ha realizado, ha sido muy inferior. ¿Hacienda es consciente de ello? Seguro que sí. Entonces es un trampeo.

Manuel Siurana