Este mes se celebró el Día Internacional de las abejas que pertenecen al grupo de los himenópteros. Ellas son ejemplo de sociedades organizadas. Cada abeja desempeña una función determinada de acuerdo con su capacidad y edad.

Todas son importantes e imprescindibles. Se necesitan, se ayudan, respetan las leyes naturales y trabajan por el bien de toda la colonia. No sólo producen alimentos tan completos como es la miel sino que son los encargados de la polinización de las plantas. ¡Son indispensables!

¿Seremos los humanos capaces de ser como las abejas? ¿Conseguiremos con nuestro comportamiento mejorar las condiciones de nuestra sociedad? ¿Lograremos un equilibrio social e igualitario?

¡Por fin… han terminado las elecciones! Ahora en cada pueblo un grupo de personas de diferentes ideas o partidos políticos van a formar equipos (Ayuntamientos) para lograr los resultados deseados.

Dejemos de hablar de siglas (PP, PSOE, CS, CHA, PAR,…), busquemos soluciones sinérgicas, siempre con una visión compartida y coordinando esfuerzos.

Urge que nos sensibilicemos de la importancia y necesidad de colaborar, trabajar juntos, construir puentes y dejar de poner muros y trabas.

Es necesario remar todos en la misma dirección puesto que el objetivo de todos (sin duda) es que nuestro pueblo siga vivo y sus habitantes tengan cada día mejor calidad de vida.

Los Ayuntamientos pretendemos ser dinamizadores turísticos, económicos y sociales y necesitamos la colaboración constructiva de todos los ciudadanos. Hay personas que critican negativamente todas las actuaciones, no aportan nada pero si se aprovechan de ellas.

Pero aun así, las Corporaciones Locales intentan ser como las rosas que dan su fragancia incluso a la mano que las aplasta.

Cuando un voluntario hace una acción participativa, altruista y solidaria, el que más sale beneficiado es él mismo por la gran satisfacción que le produce.
Pongámonos como ejemplo a este insecto social: las abejas.