La firma del Fondo de Inversiones de Teruel 2021 el miércoles con presencia de la ministra de Política Territorial fue la escenificación de un compromiso claro del Gobierno central con la provincia de Teruel. El Fondo de Inversiones ha estado en vilo y ha sido cuestionado en el pasado, algo de lo que ya no cabe duda. De hecho, se dan por garantizados los 300 millones de euros de inversión para toda la legislatura. Además de este compromiso, es muy relevante la flexibilidad del Gobierno para aceptar las demandas del Gobierno de Aragón. Todas eran imprescindiles. Ahí también se constata la implicación del ejecutivo autonómico y en especial de la consejera de Presidencia, Mayte Pérez, para desbloquear cuestiones clave. Una era recuperar las partidas no ejecutadas (que se dieron por perdidas y este año hacen que el fondo suba de 60 a 71 millones) Otra cuestión fundamental ha sido la entrada en la negociación de los proyectos de los agentes sociales, claves en el diálogo y el conocimiento del tejido productivo provincial. En tercer lugar, y como punto más importante, se ha logrado que los proyectos de inversión puedan ser plurianuales permitiendo así plantear estrategias verdaderamente vertebradoras con iniciativas públicas de calado.

En este sentido resulta verdaderamente preocupante la falta de proyectos estratégicos para el Bajo Aragón Histórico. La salida de Motorland de la financiación del fondo, obligado por el Tribunal de Cuentas, ha lastrado uno de los proyectos clave de la provincia. Sin embargo, esa financiación no se está dedicando a ningún otro planteamiento (al menos no conocido) que pueda impulsar un amplísimo territorio que abarca media provincia entera de Teruel. Y precisamente en el corazón de esta tierra, las cuencas mineras agonizan sin propuesta alguna por parte de la administración pública. Dentro de estos «proyectos estratégicos», el miércoles se anunciaron cuatro para Teruel capital (aeropuerto, Dinópolis, centro de Las Anejas y, Centro de Investigación con Unizar), uno en Calamocha (matadero de Tonnies) y otro en Javalambre (Observatorio Astrofísico).

El Fondo de Inversiones de Teruel llegará sin duda a todo el territorio a través de ayuntamientos y pequeñas inversiones empresariales, pero el grueso, el que plantean estos proyectos vertebradores que sólo se pueden impulsar a través de las sociedades públicas, debe plantear de manera muy urgente el impulso de iniciativas que generen progreso a largo plazo. En el caso del Bajo Aragón Histórico, con sus 80.000 habitantes, es urgente un plan estratégico de desarrollo mucho más serio.

Editorial.