Dos alumnos de la Formación Profesional Agropecuaria Dual especializada en Producción Porcina del IES Mar de Aragón de Caspe han sido premiados en los galardones i+Porc que se entregaron en el marco de la feria internacional FIGAN de Zaragoza. Uno de ellos fue reconocido por su proyección profesional y otro por ser la mejor trayectoria académica. Su labor ha sido académica y también en granjas, en las que han demostrado su capacidad y talento. Esta FP se impulsó el curso pasado por parte del Gobierno de Aragón abriéndola en varios centros para hacer frente a la demanda de mano de obra de un sector, el porcino, en crecimiento exponencial en nuestra comunidad autónoma. La empleabilidad está garantizada y además el hecho de que estos jóvenes cuenten con una profesionalización cualificada es un aval importantísimo para que el sector ganadero aragonés crezca de forma competitiva, a través de nuevas vocaciones asentadas en el esfuerzo y la confianza en el crecimiento territorial.

Debe ser absolutamente prioritario para nuestra administración garantizar que los jóvenes del medio rural cuenten con enseñanzas cercanas que les permitan desarrollarse y estudiar cerca de casa. Así lo ha asegurado la nueva ministra aragonesa de Educación, Pilar Alegría, perfectamente conocedora de la realidad rural; así como el Gobierno de Aragón en su apuesta por el crecimiento de la FP dual desde hace ya varios años. Sin embargo, se deben ofrecer muchos más recursos a los institutos, herramientas que les permitan aportar una formación de calidad y personal cualificado para los nuevos grados. El esfuerzo que realizan centros educativos es tremendo y necesitan más medios. Algunos como el IES Bajo Aragón tienen en sus manos la formación de más de mil alumnos, muchos de los cuales querrán estudiar FP. Asimismo, se deben facilitar todas las vías posibles para la movilidad de los estudiantes. Esta misma semana, este periódico recibió la queja de una madre (ver página 11) porque una quincena de alumnos de la FP de Caspe no cuentan con transporte público para viajar desde Alcañiz hasta la localidad vecina, cuando a la inversa sí existe. Urge que se resuelvan estas carencias que no son en absoluto menores porque pueden condicionar decisiones tan importantes como lo que un alumno vaya a estudiar. Sin transporte, su única opción es desplazarse a una gran ciudad con autobús, metro o tranvía que les permita estudiar lo que desean. El coste que pagan nuestros pueblos es mucho demasiado alto, acrecienta la brecha de la desigualdad rural, ahonda en la pérdida de talento y no debe permitirse.

Editorial.