/>

El proyecto del puerto seco de Caspe resolvería sin duda buena parte de los problemas económicos y demográficos no solo de la ciudad caspolina sino de buena parte de la comarca histórica. Caspe tiene la suerte de mantener el ferrocarril, y todo el territorio debe sumarse en la lucha para ponerlo en valor, tanto para el transporte de viajeros como de mercancías. En este punto, el Puerto de Tarragona ha mostrado su interés por el puerto Seco y plantea ocupar hasta un 5% del espacio. La iniciativa, anunciada hace ya años, no termina de desbloquearse. La capacidad agropecuaria de toda la zona es importantísima y poder aprovechar la potencia logística del ferrocarril permitiría dar salida a una importante cifra de productos agrícolas, especialmente ahora que se va a ampliar la zona de regadíos en Caspe. Se podría almacenar y distribuir cereal y otros productos a toda la comunidad autónoma de Aragón, que actualmente tiene que trasladarlo desde el el puerto tarraconense por carretera. La inversión global del proyecto del puerto seco supera los ocho millones de euros, que estarán participados por DGA, consistorio caspolino, puerto de Tarragona y empresas privadas. En este último punto, la participación empresarial, urge que se establezcan todos los puentes necesarios para que el territorio bajoaragonés sea el primero en empujar a favor de este proyecto. No hay mayor interesado en el sostenimiento de un territorio que sus propias empresas, que en este caso podrían ser agroganaderos pero también de otros muchos ámbitos ligados a la construcción o la extracción de materiales minerales. Es clave para Caspe, especialmente necesitado de empleo ante el inminente traslado de la sede logística de Losan a Portugal.

El pasado mes de junio el puerto seco fue anunciado en el Día de Aragón en el Salón Internacional de la Logística (SIL) de Barcelona por el presidente autonómico. Avanzó que la previsión es que esté en funcionamiento en 2021. Se trata de un plazo de tiempo muy breve y la mayoría de los empresarios del territorio, para quienes supondrá una importante ventaja competitiva, no conocen la iniciativa formalmente. Buena parte de nuestras empresas están planteándose su futuro hoy, especialmente debido al cierre de la Térmica. Los costes del agua que se multiplicarán para los agricultores con la marcha de Endesa podrían ser paliados con un importante crecimiento del sector, ligado tanto al puerto seco como a la segunda fase de elevación de aguas comprometida. Esto, unido al respaldo de las ayudas FITE y Miner para la iniciativa empresarial, pueden abrir muchas puertas al futuro. Pero urge una coordinación global en la que todos estos factores se pongan sobre la mesa y los responsables políticos, sociales y empresariales del Bajo Aragón Histórico participen de forma activa.