La conversión de la N-232 en autovía avanza un ritmo positivo si se tiene en cuenta el histórico retraso que precede a los compromisos con esta reivindicada carretera, clave para el desarrollo del Bajo Aragón Histórico. Se ha logrado más en un año que en una década. Los recientes compromisos del Gobierno central sufrían un retraso preocupante, aunque no fuera de lo habituado hasta la fecha. En 2019 no se avanzó más que en la documentación previa a la redacción de proyectos, pese a que en agosto de 2018 se aprobó la Declaración de Impacto Ambiental que daba luz verde a la tramitación para poder llevar a concurso la redacción de los proyectos y, posteriormente, la licitación de las obras. El año pasado los avances fueron nulos pero este 2021 se vio el avance al fin de las obras de los 19 kilómetros entre El Burgo de Ebro y Fuentes, el tramo hasta ahora de mayor siniestralidad. De hecho, en solo diez días ha habido dos accidentes graves en ese punto, uno de ellos con una víctima mortal. La fase de ejecución de obra, que es la que supone que el Gobierno aporte la financiación importante, es ya real. En este sentido, también hay que destacar el avance de la mejora de la N-232 en la provincia de Castellón, donde se han invertido 43 millones de euros para salvar tramos complicados como el Puerto del Querol. Sin embargo, preocupaba el hecho de que no se desbloquearan los proyectos en la provincia de Teruel, donde el Bajo Aragón ve lastrado su desarrollo desde hace años por la falta de una vía rápida de comunicación. Según los compromisos firmados entre el Partido Socialista y Teruel Existe para la investidura de Pedro Sánchez, la redacción del proyecto entre Alcañiz y Las Ventas debía ver la luz de forma prioritaria. De ahí que el anuncio ayer del Ministerio de Transportes del concurso para redactar el proyecto suponga un importante avance cumplido para 18 kilómetros más. El proyecto supone casi 4 millones de euros y necesitará para redactarse 24 meses, por lo que podría terminarse la legislatura con los deberes hechos. En enero de 2019 el Gobierno aprobó también el estudio informativo entre Valdealgorfa y Fuentes (88,5 km) dividiendo el recorrido en seis tramos según su peligrosidad. Si se cumple lo prometido, próximamente se sumará la redacción del proyecto Regallo-Alcañiz. Hay que reconocer y aplaudir los compromisos cumplidos, aunque son el principio de un largo recorrido en el que ha de mantenerse el ritmo y la presión para el cumplimiento escrupuloso de una infraestructura que no admite ningún retraso más.

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