Estos días están pasando cosas en Alcañiz que no son normales. Empezando por el número de contagios, por las cartas y respuestas de los alumnos de 2º de Bachillerato en el periódico La Comarca, y por el clima de descontento que se ha creado en el IES de Alcañiz (no sé si habrá pasado lo mismo en otros centros educativos de la localidad).
No es normal que una localidad traslade una fiesta provincial a otra fecha. Cuando el gobierno regional negocia y pone negro sobre blanco un calendario escolar en él están puestas las fiestas provinciales, y los ayuntamientos tienen la potestad de poner sus fiestas locales. Los ayuntamientos deberían respetar, y los gobiernos provincial y autonómico deberían hacer respetar, las fiestas provinciales. ¿O es que ahora se va a permitir modificar el calendario de días festivos a otros sectores empresariales? ¿O es que a petición se va a permitir a una empresa cambiar la festividad de San Jorge por las fallas, por ejemplo?
No es normal que un instituto pida a la administración que se prorrogue una medida como es la semipresencialidad de los alumnos en las aulas más allá de lo establecido para todo el territorio alegando motivos de seguridad sanitaria, que se le conceda, y a renglón seguido se diga que los alumnos por la misma razón deben acudir a las aulas para evitar contagios…
No es normal que cuando se solicita una modificación del calendario laboral esta afecte a unos trabajadores (pocos o muchos, ¡qué más da!) en el sentido de que en su contrato no trabajaban los días que son objeto de modificación por otros, les quiten días de fiesta para recuperar laboralmente días en que no tenían que ir a trabajar, y la dirección no sienta ninguna vergüenza por hacerlo (quizá no se pueda esperar otra cosa de la dirección, si nos atenemos a los principios racionales de actuación asentados por el marxismo) y que los sindicatos apesebrados no se pronuncien, alegando que ante un dilema en el que reconocen un conflicto entre salud y derechos laborales, ante ese dilema no tienen nada que decir.
Lo que de aquí cabe leer es que más allá de un problema sanitario, que lo hay, lo que se adivina es un problema de gestión, que también lo hay. Podemos esperar a que termine todo para demandar responsabilidades, o ni siquiera pedirlas; pero quizá haríamos bien en ver qué se está haciendo, quién lo está haciendo y por qué lo está haciendo, porque si se hace mal es posible que todo acabe más tarde y peor.
Pedro Luis Tafalla Ráigales – Profesor de Filosofía del IES Bajo Aragón
César dice
Como padre, lo que sí espero y deseo que sea una anomalía es que un profesor del instituto, con la que está cayendo, tenga la desfachatez de anteponer sus derechos laborales, propios o del colectivo, a la salud de sus alumnos y sus familias.
Juanjo Errea Herranz dice
Aquí otra ‘anomalia’ docente del instituto totalmente de acuerdo con mi compañero por varias razones:
1- Alterar el calendario laboral con un plazo tan corto atenta gravemente contra los derechos laborales (esos que tanto cuesta ganar y tan poco perder), y además sienta un peligroso precedente.
2- Constituye una falta de respeto hacia el alumnado, no solo al alterar su planificacion del curso (como ya expresaron los alumnos de 2° de Bachillerato en una carta dirigida a este medio), sino al considerarlos en general como un colectivo irresponsable de potenciales contagiadores.
3- No es misión del profesorado el posible control de conductas irresponsables por parte del alumnado fuera del horario escolar. Dicha misión corresponde a las familias.
4- Como muchos de mis compañeros, no considero que el centro escolar sea el lugar más seguro para evitar contagios ahora, a pesar de toda la propaganda oficial en sentido contrario. El hecho de que después de Navidades haya habido más de 150 alumnos confinados y varios profesores de baja en relación con la covid así lo demuestra.
Por estos motivos, aunque no me queda más remedio que acatar la decisión tomada por el Consejo Escolar Municipal el pasado viernes, expreso mi desacuerdo con ella, y seguiré teniendo la ‘desfachatez’ de criticar los ataques de todo tipo contra derechos y libertades que se vienen sucediendo en los últimos tiempos.
César dice
Mi respuesta es un poco más corta:
1.- Mira a tu alrededor.
2.- Mira a tu alrededor.
3.- No, es misión de todos.
4.- Efectivamente, después de Navidad. ¿Y por qué no antes? Venga, tú pareces listo, seguro que lo aciertas.
¡Touché!
Pedro Luis Tafalla dice
Hola César.
Encantado por tu crítica. Gracias.
Sin embargo no creo que por lo que he dicho esté anteponiendo mis derechos laborales a la cuestión sanitaria, sino que va en la misma línea. Creo que en mi lugar de trabajo, en el lugar de tu hijo si es que eres padre de algún alumno del instituto, tenemos que tener seguridad. Yo también soy padre, además de profesor, y tengo que convivir con la preocupación por el riesgo, tanto el que corro como el que genero. Corro riesgo en clase porque tengo contacto con muchas personas que no son de mi núcleo de convivencia, y en mi núcleo de convivencia estoy con alumnos (mis hijos) que comparten espacio con otros núcleos diferentes. Hemos cancelado toda relación fuera del núcleo familiar, ni siquiera me estoy viendo desde hace meses con mis padres, hermanos… tan sólo con mi cuñada un par de días por Navidad. Soy consciente de que puedo contagiarme; de que pudiera ser asintomático y contagiar, entre otros, a tu hijo. Pido una gestión en la que tenga los mismos derechos que cualquier otro trabajador, y que no tenga que estar con este miedo al riesgo. No lo tengo porque sí; ¿te acuerdas de Fribin? se acudió rápido, se confinó el municipio, se hicieron pcr a todos los trabajadores. Hay tantas empresas en las que por algunos se han hecho pcr a todos los trabajadores… y los centros escolares son, dicen, espacios seguros. No hay ni un solo estudio que acredite que los centros escolares son espacios seguros, ¿sabes por qué? porque no nos han hecho pcr a todos al inicio de curso, ni cuando se ha producido un número desmesurado de casos positivos de virus. Aunque aparecen casos en un aula no se confina a la clase, y los profesores y los alumnos van pasando de aula en aula hora tras hora con el peligro que eso puede estar generando. No nos han dado equipos de protección, y los que nos dan son escasos y poco adecuados: apenas algunas mascarillas de tela y resulta que tenemos que llevar ffp2. No es el problema trabajar; el problema que tenemos son las condiciones en que tenemos que ir a trabajar, que por cuidar de tu hijo y de tantos otros, y a base de buena voluntad, el colectivo de profesores estamos dejando pasar por alto muchas cosas particulares como es el tiempo dedicado al trabajo, el tiempo dedicado a la familia, el dinero que nos cuesta poner nuestros medios para desarrollar nuestro trabajo, las condiciones del centro de trabajo que no tiene acondicionadas todas las instalaciones para desarrollar la labor… con tantas cosas estamos haciendo más de lo que toca… y ahora nos quejamos un poco por una medida que no tiene visos de estar bien documentada. Ya va siendo hora de que se nos escuche, y de que se garantice nuestra seguridad también; sanitaria por supuesto, y también laboral. Sólo eso.
César, un saludo y salud!
Pepe dice
Todo mi apoyo Cesar
Aquí lo que pasa que tenían previsto 4 dias de fiesta y solo han tenido 2
Cuando suspendieron las clases por la nieve no escuché a ningún alumno y ningún profesor quejarse (por cierto se podía ir a los colegios de Alcañiz sin ningún problema, estuve en la puerta del instituto y llegué perfectamente)
Se decidió recuperar los dias perdidos por la nieve y de paso se eliminaron dos dias festivos que incitaban a celebraciones inapropiadas debido al nivel de contagios que había en ese momento
Tanto los profesores como los alumnos saben que los colegios e institutos son seguros, los contagios después de las navidades son causa de las reuniones y fiestas navideñas
Vale de demagogia, nadie culpa a los Jóvenes
Se responsabiliza a los jóvenes y adultos que no cumplen las normas, luego las tasas de contagios en cada franja de edad nos pone a cada uno en su sitio
PedroLuisTafalla dice
Pepe, con apoyos como el tuyo se hunde cualquiera. A César le va mejor sin tu ayuda.
No entiendes nada; tienes que abrir un poco más tu mente, o simplemente abrirla. Que tú pudieras estar en la puerta del instituto no quiere decir que el transporte escolar pudiera hacer los recorridos de forma segura. Se pudo haber trabajado telemáticamente y no fue por causa de los profesores que no se hiciera. No se puede confundir lunes y martes con jueves y viernes, pero no te culpo de eso ya que no sabes mucho de organización de horarios y no ves las implicaciones que tiene, excepto que pienses que el instituto es una guardería de lunes a viernes sin que importe lo que se haga dentro. Repites el mantra de que los colegios son seguros, y hay que ser un valiente, un ignorante o tener muy mala leche para afirmar algo sin que se den datos, que no se están dando. Y para colmo, afirmar que las tasas de contagio por franja de edad ponen a cada uno en su sitio es un dilate mayúsculo: ¿quieres decirme que de la primera ola hay que culpar a los abuelitos de la residencia de irse de fiesta o no cumplir las normas? Venga hombre, deja de decir tonterías. Esto va de algo serio: trabajo, salud y educación; no de vacaciones.
Daniel Elena Bueno dice
Totalmente de acuerdo con Pedro y con Juanjo. Pese a que algunos se empeñen en difundir que los centros educativos son entornos seguros, los datos demuestran que no lo son en absoluto. Mientras la incidencia acumulada en Alcañiz superaba la alarmante cifra de los mil casos por cada cien mil habitantes, entre los profesores de centros como el IES Bajo Aragón, se cuatruplicaba esa tasa. Nada sorprendente si, como recomienda quien dice llamarse César, uno mira a su alrededor y lo que comprueba es lo insuficiente de las medidas adoptadas para proteger, no sólo a los profesores y alumnos sino a la población en general. Mientras se nos acusa de falta de compromiso en la lucha contra la pandemia, se nos obliga tanto a profesores como a alumnos a asistir a los centros en unas condiciones de inseguridad que no se permiten en ningún otro entorno.
Es, desde luego, una anomalía que se nos acuse a nosotros de insolidarios.
Rafaela dice
Yo le diría al señor alcalde que antes de mangonear con los colegios ponga orden en su casa, o sea, el ayuntamiento.
No sólo es una anomalía lo que ha pasado, es además una maniobra de marketing propio de la sexta. Postureo para ponerse medallas ante una opinión pública muy confusa.
Rafaela dice
Lo que tiene que hacer el Sr. alcalde es menos mangonear con los colegios y más poner orden en su casa, o sea, el ayuntamiento. No sólo es una anomalía lo que ha pasado, es sobre todo una operación de marketing político propio de la sexta, puro postureo que se aprovecha de una ciudadanía muy sensible, pero también muy confusa. Lo fácil es meter mal contra un profesorado que convive a diario con la marabunta del alumnado sin protección posible.
Anselmo dice
Madre mía, la que se ha montado porque algunos no se han podido ir de puente. Habrá más ocasiones, no os preocupéis, de verdad, sin acritud.
Carmelo dice
«Es LA EDUCACIÓN, ¡idiotas!»