Seguimos en un barco a la deriva, símil fácil pero didáctico para explicar la situación actual. En este gran barco nuestro, vemos como nuestro capitán Pedro, sigue más preocupado por salir guapo en la foto que por otra cosa, el segundo de a bordo el señor Salvador, al que se le presuponía cierto manejo de la nave en mitad de la marea, ha decidido subirse a su propio bote salvavidas y no parece importarle abandonar en mitad de la batalla. Otros subalternos como Pablo parecen más preocupados por lo suyo, el otro Pablo todavía no sabe si ayudar a salvar el barco o colaborar con su antiguo amigo Santiago para hacerle más agujeros. Hay más tripulantes y estamos muchos pasajeros, lo que no se ve es a muchos achicando, que a juzgar por lo altas que están subiendo las aguas sería lo más necesario.
Solo nos aferramos a dos posibilidades para salvarnos, una, que por arte de magia desembarquemos en alguna orilla o dos seguir esperando a la embarcación de rescate que nos mandan desde Europa, aunque a decir verdad, si los que van a evacuarnos son los mismos que han manejado el barco hasta ahora un escalofrío recorre nuestro cuerpo.
Y ahora después de tanta jerga marinera, hablemos con claridad. Después de tanto fracaso y negligencia en la gestión de la crisis sanitaria, vienen las vacunas y otra vez la volvemos a cagar hasta el fondo. Tenemos más administraciones que cartas la baraja y vemos como de nuevo todas fracasan y no son capaces de organizar con eficiencia algo.
Ha pasado el tiempo de la magnanimidad, el gobierno ha contado más mentiras que verdades y es el principal responsable. Sigue faltando personal sanitario, en un país como el nuestro cuyo principal motor económico con mucha diferencia es el turismo, con sus bienes y males, hasta la semana pasada ni tenían un plan de choque para paliar la brutal crisis del sector, un plan insuficiente y sin ayudas directas, pese a que han demostrado que peor que la administración no van a gestionar, podemos hablar también de las mentiras y falsas promesas que hicieron con los Ertes, de que ni medidas que publicitan como el ingreso mínimo vital, saben gestionar con un poco de decencia.
Y así empieza el nuevo año, sin el mínimo propósito de enmienda, sin autocrítica, sin humildad, cuan necesario hubiera sido ese viejo valor, si alguna de las veces en lugar de mentir, hubieran dicho «no lo hemos hecho bien» «no sabemos» «necesitamos ayuda». Lo único que todos saben, es que tienen un aliado muy poderoso, una herramienta que les servirá para tirarnos del barco y seguir al mando sin despeinarse, nuestra falta de memoria.
Otro dato horrendo, Aragón a la cabeza de muertes por millón de habitantes desde julio y tampoco se dignarán a dar una explicación entendible y así con todo.
No es el comienzo de año soñado, por supuesto, pero decir otra cosa es mentir, el 2021 va a ser otro año nefasto y el final de todo esto no se vislumbra ni aunque en cayeran vacunas en lugar de copos de nieve.
Víctor Puch
Tania Salesa dice
Muy bien ,buen análisis,estamos en manos de marineros de agua dulce,conocen el mar desde un despacho,aparte van a lo suyo,el régimen se cae a pedazos en manos de funcionariado incompetente.
Ramón del Guinardó dice
Es muy fácil ver los «toros» desde la barrera, yo el primero, pero…que político o políticos tenemos para que esta situación revierta en ir a mejor para todos ?
!! PARA TODOS !!
Si hay algún ciudadano que lo sepa, por favor nos lo diga, gracias .
PD : No me gustan los toros.
Victor Puch, un saludo.
Pascual F. dice
Ahora toca Filomena, la nieve tapara por unos días esta inmensa merde en la que estamos.
La pandemia, algo etéreo que va no se sabe por donde, (aunque algunos comportamientos la ayudan), es difícil de controlar, pero distribuir y poner vacunas ya es algo físico en lo que se ha fracasado estrepitosamente. Esto solo nos demuestra una cosa, no se si calificarlo de ineficacia, incompetencia o todo a la vez, pero nuestros responsables se lo deberían de hacer mirar y creo que muchos irse a casa y no salir en mucho tiempo.
Que Salvador, (bonita paradoja), se vaya si habernos «salvado» no debería ser trascendente, pues en todos los trabajos ha de haber un equipo de personas que hacen que la falta de una sea importante pero no decisiva, a no ser que el equipo sea de amigos y enchufados que entonces… Pero es que los «salvadores» que pululan por comunidades, ayuntamientos, gobiernos y oposiciones, tampoco es que se estén luciendo. Pero que nadie olvide, que como bien dices, nuestras memorias son bastante deficientes y hasta selectivas me atrevo a decir, los que nos dirigen, son nuestro mas fiel reflejo, de lo que somos, de lo que hacemos, de lo que decidimos y hasta de echar culpas a otros. Gracias por tu articulo.
Ramón del Guinardó dice
!! Cuidado !! No nos dejemos engañar como ha hecho el Sr Donald J. Trump con sus aferridos y cegados seguidores, hemos visto el fracaso y las penosas imajines por TV .
Aviso a navegantes , que el discurso del Sr Donald John Trump , no cuaje entre nosotros…..esperemos que ningún salva patrias ( sic ) se las haga suyas.