No se si finalmente los cantos de sirena sobre la inmediatez de la vacuna pueden ser buenos, en un momento donde nos dirigimos a afrontar el periodo navideño a tumba abierta y vistas imágenes de los grandes centros comerciales. El sentido común debería haberse acrecentado después de 9 meses, pero también se van apurando fuerzas y rigor en mas de uno y puede que sea hasta humano, de cualquier manera y hay seguir centrados.

Analizando la gráfica de contagios en nuestra comunidad autónoma, podemos percibir que hasta un puente como el de La Inmaculada, con un montón de restricciones, inmediatamente se refleja en el diagrama, por tanto nos dirigimos a unos días de importancia capital para frenar la tercera o cuarta ola, tanto que hasta el Ministerio de Sanidad cree que España está entre los países con mas posibilidad de sufrir esa ola. Por tanto, una vez mas, es esencial la toma de medidas individuales y no tirar por tierra el sacrificio de muchos durante mucho tiempo en las próximas semanas.

Las nuevas medidas vuelven a permitir abrir bares y restaurantes en el interior, aunque en un pequeño porcentaje, vamos a decir que es mejor que nada, pero no resuelve. El sector está quemado y requemado, mas viendo imágenes de los grandes espacios como Puerto Venecia o similares, que tienen bula para todo y son intocables. Nuestros pequeños hosteleros que dan servicios esenciales para los trabajadores de sus zonas y para la vida rural, los que han podido, han capeado de manera extrema la situación en sus terrazas a bajo cero y ahora en la vuelta al interior, necesitan nuestro compromiso, debemos ser impecables en el cumplimiento dentro de los locales, por nosotros y también por ellos que nos abren sus puertas y que tanto lo extrañamos y valoramos cuando no están.

Pedro Bello – GANAR La Puebla de Híjar