Es un acuerdo histórico, bueno para España y para Europa. Y es de justicia comenzar felicitando a Pedro Sánchez y su equipo por el éxito de la negociación en las instituciones europeas. Junto al Marco Financiero, el «presupuesto» de la Unión para los próximos siete años, se han conseguido los fondos necesarios para poder acometer la necesaria reconstrucción. Suponen 140.000 millones de euros mas de los que nos corresponden en los fondos habituales plurianuales.

Estos fondos ayudarán a modernizar nuestras economías, asentando las bases para un nuevo modelo verde, digital y circular con la capacidad de transformar la sociedad sin dejar nadie atrás. Los números reflejan un gran hito histórico, comparable con el de los fondos de cohesión que tanto hicieron por el desarrollo económico de España.

De nuevo hemos podido ver dos actitudes ante esta negociación: una proactiva en favor de España y otra anteponiendo intereses partidistas a los del país. Afortunadamente, en este momento la Unión Europea se ha puesto del lado de las personas, especialmente de sectores esenciales que nos cuidan en esta crisis. Como los agricultores, los ganaderos o los trabajadores en la agroindustria, a los que debíamos un cambio.

Agricultores y ganaderos son una prioridad para el PSOE. En una negociación nada fácil, complicada por el Brexit y la crisis de la Covid-19, hemos conseguido mantener el presupuesto para España de la Política Agraria Común (PAC) en el periodo 2021-2027. Con el actual ministro Luis Planas, 47.682 millones de euros. En el periodo 2014-2020, con el ministro Cañete, 47.500 millones de euros. Es una comparación adecuada porque el presupuesto en ambos casos es en base a precios corrientes, exactamente la misma metodología que usó el Partido Popular.

Pero si es muy importante el presupuesto total, lo es todavía más cómo se redistribuye. Por eso el PSOE ha presentado una propuesta de aplicación de la PAC que supone un giro radical en su definición y en su aplicación . Los Estados miembros deben desarrollar planes estratégicos y nunca antes en España se había hecho un análisis tan completo ni un plan de esta envergadura, que definirá el futuro de nuestro sector agroalimentario para esta década movilizando unos 50.000 millones de euros de fondos públicos.

El proyecto español incluye una definición real de agricultor genuino: deberá de tener ingresos procedentes de la actividad agraria entre el 20 % y el 50%. Recoge la desaparición de los derechos históricos para evitar la especulación, simplificar la PAC y facilitar el acceso a la tierra, especialmente a los jóvenes, lo que permitirá el rejuvenecimiento y la plena incorporación de la mujer. Además, habrá un límite máximo de cobro.

Entre los objetivos de esta propuesta están el fomento de un sector agrícola inteligente, resistente y diversificado, que garantice la seguridad alimentaria. Se propone intensificar el cuidado del medio ambiente y el fomento de la biodiversidad dando protagonismo a los que vivimos y cuidamos el campo.

La PAC no es un fondo de cooperación interterritorial, sino un apoyo para agricultores y ganaderos. Por eso habrá una reducción de perceptores de ayudas, como ya ocurrió en el resto de los países de Europa. Porque el destino de la PAC son las personas, no los territorios.

Vamos a vivir un profundo movimiento en el sector, porque tenemos que hacer lo que no se hizo en los siete años anteriores. El eje central de nuestra política va dirigido a la explotación familiar agraria y al profesional agrario. Y debemos tener en cuenta que la PAC no es una política únicamente para agricultores y ganaderos, afecta a toda la sociedad. De ahí mi ilusión por este proyecto y mí optimismo de cara al futuro.

Para terminar, quiero dar las gracias a los agricultores y ganaderos porque pasaron de movilizarse, reclamando lo que es justo, a ponerse al servicio de la sociedad haciendo labores de desinfección y garantizando el abastecimiento de alimentos. Nos debemos a vosotros.

Herminio Sancho – Diputado del PSOE por Teruel en el Congreso