La política del miedo fue empleada por gente del calado de George W. Bush o José María Aznar entre otros, para engañar a su pueblo y enviarnos a la guerra de Irak. Hace pocos días pudimos leer al alcalde de La Puebla utilizar la misma estrategia para decirle a la gente que ha pasado el confinamiento lejos de su pueblo «no vengas, hay mucha gente mayor y les pones en riesgo», parece ser que se le olvida que los viajes son en dos direcciones y que de la misma manera que uno que ha pasado el confinamiento en un municipio de la provincia de Zaragoza puede ir a la provincia de Teruel, otro que ha estado en la provincia de Teruel, puede ir a cualquier municipio de la provincia de Zaragoza o Huesca. Le aseguro, que usted no se preocupa más que cualquier diáspora por la salud de abuelos, padres, hijos, hermanos, tíos, amigos… Usted no se ha preocupado por el estado de la gente que se encuentra sola en sus domicilios en La Puebla, ni tan siquiera ha realizado una llamada telefónica, así que, no sea demagogo, pues la gente también muere de pena.

Señor Alcalde, en estos tiempos no se puede ser un pusilánime, y por suerte, los tiempos, no los marca usted, los marcan los expertos. Parece que se le olvida que la gente que viene a los pueblos, mantiene sus casas y hacen gasto en él, ayudando a la economía local, tan importante en estos tiempos que vienen.

Su discurso es claramente liberal, en el que sólo admite que la gente venga a trabajar y no a disfrutar, a estar con familia y amigos. Usted facilita unas pantallas para que la gente pueda trabajar, que seguramente no cumplen con la normativa de Prevención de Riesgos Laborales, pero es incapaz de facilitar mascarillas o gel desinfectante como sí que han hecho en otros municipios vecinos.

Su solución ha sido la de cancelar absolutamente todos los actos de verano, sin tener en cuenta las directrices que daban los expertos, como ya le he dicho anteriormente. En ese bando usted tenía la gallardía de hablar de libertad, eliminándola por completo. De verdad, hágaselo mirar, no puede escribir unas líneas para enfrentar a la gente de su propio pueblo, porque unos vivan en uno u otro lado, usted está alentando la xenofobia.

Existen medidas de protección colectivas como es el distanciamiento social, limitar aforos, etc., así como de protección individual, véase la obligatoriedad de llevar mascarilla. Estas medidas son para todos y todas por igual, como debe de ser.

No sea falaz, explíquenos como cancela una cicloturista a finales del mes de julio, pero promueve una BTT a principios de junio, o por qué la piscina lleva 3 años con un pinchazo que continúa sin repararse. Usted no sólo perjudica a los que viven fuera, también perjudica a los que viven en el pueblo.

En estos tiempos toca ser cauto, no ser un cobarde.

Miguel Ángel Sierra – La Puebla de Híjar