Esta semana ha nacido en Teruel la Comisión Agroalimentaria Turolense, un nuevo organismo que pretende reforzar la competitividad y prestigio de un sector que crece de forma exponencial en todos los sentidos, con productos de excelente calidad apreciados ya en buena parte del planeta. El jamón, el melocotón, el aceite, la trufa, el azafrán, y en muy poco tiempo la carne de cerdo, son nuestras grandes cartas de presentación tanto en España como en el exterior. Además, su producción supone buena parte de la actividad económica de la provincia, genera empleo y fija población en un territorio profundamente castigado por la sangría demográfica.


Impulsada por la Cámara de Comercio, Industria y Servicios de Teruel y por CEOE Teruel la Comisión Agroalimentaria pretende aunar esfuerzos de cara a promocionar, comercializar y desarrollar de forma óptima los productos turolenses. También servirá de interlocutora con las administraciones. De hecho, está presidida – de forma honorífica- por el consejero de Agricultura del Gobierno de Aragón, Joaquín Olona.


No cabe duda de que este nuevo paso es una iniciativa más que acertada. Para que el sector gane peso en todos los mercados se debe trabajar de forma conjunta, sumando activos para poder competir en mejores condiciones. Cabe recordar que el entramado agroalimentario de la provincia está formado principalmente por pequeñas y medianas empresas, cooperativas y autónomos, por lo que es fundamental el apoyo de los agentes políticos y empresariales.


Hasta ahora, se habían llevado a cabo acciones puntuales de forma conjunta, como el evento que cada sábado de MotoGP se traslada a la plaza de España de Alcañiz para que los miles de visitantes que llegan al Bajo Aragón degusten nuestros productos. Pero hacía falta un organismo para canalizar iniciativas de este tipo, que dote a los productores de las herramientas necesarias para seguir creciendo.


Que la unión hace la fuerza es algo que sabe muy bien el territorio. Unidos, los turolenses hemos conseguido dar voz a la España vaciada y que en Madrid se hable de las escuelas rurales, entre otras reivindicaciones. La Comisión trabajará para hacer lo propio con nuestros melocotones, nuestro aceite y nuestra trufa. Es de sobras conocida la capacidad de esta provincia para elaborar productos de calidad, pero urge potenciarlos mucho más para convertirnos en referente agroalimentario. Tenemos la materia prima, la profesionalización y la actitud. Y juntos podemos conseguirlo.

Editorial