La expresión coloquial «tirarse un triple» se utiliza cuando alguien realiza una aseveración sin tener realmente certeza de su veracidad.

Esto es lo que hizo el otro día nuestro presidente autonómico, Javier Lambán, en su visita a las obras del futuro Hospital Comarcal de Alcañiz.

En palabras del propio Lambán: «lo sustancial estará en 2023» y «lo lógico es que abra en 2024». Esto es tirarse un triple desde el medio campo y de espaldas; dos frases que pretenden tranquilizar y que sin embargo deberían preocuparnos. Porque, ¿qué significa que «lo sustancial» estará a finales de 2023? Pues realmente nada. Si en la actualidad la construcción está al 34%, mucho tiene avanzar la construcción para que en poco más de año y cuatro meses se finalice la obra civil. Y si este plazo no se cumple ya encontrarán, nuestros políticos, el motivo/excusa, elija usted lo que quiera, para justificar el retraso.

Después, cuando veamos los edificios terminados, faltará lo más importante: primero equiparlo y después hacer el traslado de personal y servicios desde el hospital actual al nuevo. Aquí es donde las palabras de nuestro presidente rozan lo delirante: «lo lógico es que abra en 2024». ¿Lo lógico para quién, señor Lambán?, ¿En qué se basa para hacer esta aventurada afirmación? En el propio texto de esta noticia ya se dice que todo dependerá de la rapidez que se dé la DGA en amueblar y dotar el hospital. Y si atendemos a las palabras de la actual consejera de Sanidad, Sira Repolles, en su visita a Alcañiz el 21 de diciembre de 2020 en la que dijo que los procesos de compra de material no se realizarían hasta que estuvieran finalizadas las obras del hospital, porque se iban a comprar los equipos más modernos, pues la preocupación que debemos tener es muy grande.

La compra del mobiliario y equipación tecnológica se realiza a través de concursos públicos que tienen un calendario establecido. Después habrá que realizar los procesos de compra, recepción, instalación y puesta en marcha que también llevará su tiempo; pero aun con todo, faltará todavía uno de los procesos más importantes. Esto es, el traslado de sistemas y personal al nuevo hospital. Una tarea que necesita también su tiempo y su programación. No pensemos que un domingo cerrará las puertas el centro viejo y al día siguiente las abrirá el nuevo; todo será más lento y laborioso. Y así debe ser, porque la prioridad siempre es la salud de los pacientes.

En definitiva, que lo único que buscaba Lambán el día que se acercó por Alcañiz era su foto propagandística en futuro Hospital de Alcañiz. Una foto, por cierto, improvisada en una supuesta habitación piloto con mobiliario llevado ex profeso y a prisa y corriendo desde el actual hospital para que las autoridades posaran. Espero que en el futuro hospital haya camas mejores que la que sale en la imagen.

Y habrá quien se pregunte qué porqué viene aquí un presidente de Aragón a «tirarse semejante triple». Pues simplemente porque les suele salir gratis. Vienen aquí, nos dicen cosas que saben que no se pueden cumplir, pero que saben que no les va a reportar ningún reproche desde la ciudadanía ni ningún coste político, y vuelven a sus puestos convencidos que han hecho lo que debían. El año que viene habrá elecciones y tienen que venir a contarnos que cumplen.

Tengamos memoria. Los alcañizanos llevamos oyendo hablar del nuevo hospital desde 2007, cuando Luisa María Noeno vino a decirnos que en 2008 se iniciarían los trámites para el nuevo hospital. La historia de incumplimientos en la construcción de esta infraestructura no se nos debe olvidar.

Joaquín Egea. Senador de Teruel Existe