Son varias las olas de calor que llevamos soportando este verano en el Matarranya. La primera la tuvimos en el mes de mayo, cuando el cereal estaba en la fase lechosa y todavía no se había formado el grano. Se preveía una cosecha de record, y se quedó en mediocre. Desde entonces hasta hoy, no han parado de sucederse una tras otra. El calor se ha metido en las casas del Matarranya, y la gente mayor lo percibe como lo nunca visto en estas tierras.

Los expertos dicen que las olas de calor van a ser la norma en las próximas décadas, debido al cambio climático y que las consecuencias serán diversas: falta de agua, gotas frías más intensas por el aumento de temperatura del mar, incendios forestales, más muertes por calor de las personas con problemas, etc.
El dióxido de carbono que emitimos a la atmósfera, y que es el responsable del calentamiento global del planeta, hay que reducirlo, y para ello se plantean dos soluciones: reducir las emisiones al máximo y absorber el CO2 de la atmósfera. El Mataranya tiene una capacidad de absorción de CO2 grandísima, debido a sus bosques, pero sin embargo, ninguna política publica va encaminada a mantener esos ecosistemas.

Habría que empezar a tener propuestas encima de la mesa, participadas por todos los sectores implicados de la comarca: administración comarcal, administraciones locales, asociaciones vecinales, empresarios del Matarranya, asociaciones ganaderas, agricultores, Agentes de Protección de la Naturaleza, etc. En definitiva, toda la sociedad.

Son varias las consecuencias del cambio climático que se nos avecinan, según los cientificos, y mañana igual ya será demasiado tarde para ponernos a trabajar.

Desde la sociedad civil, y en concreto desde la asociación GENT DEL MATARRANYA, hemos demostrado recientemente, con la lucha contra las grandes centrales eólicas que se proyectan sobre el Matarranya, que hay gente dispuesta a dejarse horas de manera altruista por el bien común, simplemente por el hecho de no querer hipotecar el futuro de las generaciones futuras de nuestra comarca. De nuevo pensamos que es el momento de trabajar con vocación de comarca por los nuevos retos que se avecinan.

Javier Ciprés – Gent del Matarranya