En este verano tan atípico han faltado las fiestas, con el profundo significado que tienen para todos nosotros. Para mí suponían un espacio de convivencia y reunión, la mejor excusa para conocer las inquietudes de los ciudadanos de la provincia. Por eso, aún sin fiestas y de una manera diferente a como lo había hecho hasta ahora, he querido aprovechar estas semanas para volver a recorrer nuestra provincia.

He estado en muchos pueblos y he vuelto a comprobar las muchas posibilidades de nuestro territorio. La sensación es siempre la misma: la alegría de comprobar el potencial que tenemos en esta provincia con paisajes, arquitectura, gastronomía, rutas… Es difícil resaltar una comarca sobre otra, cada una tiene un encanto especial y en todas hay lugares sorprendentes.

Muchos se han dado cuenta, en este verano complicado, de que se habían dedicado a visitar lugares lejanos sin realmente conocer nuestra provincia. Y ha sido muy gratificante que muchas de las personas dedicadas al sector turístico me hayan comentado el significativo aumento del trabajo con respecto al año anterior.

Y eso que no está siendo fácil, pero aquí es necesario resaltar la política acertada del Gobierno de Aragón en relación al Covid-19, con un alto porcentaje de rastreadores y de análisis PCR en una apuesta que, aunque inicialmente nos pone a la cabeza de casos positivos, redundará en el beneficio y en la seguridad de toda la sociedad aragonesa. La apuesta por la transparencia y por poner todos los medios posibles ofrece mucha tranquilidad tanto a la población como a quienes nos visitan.

En esta nueva etapa política que se abre ahora, debemos estar unidos en la lucha contra la pandemia para conseguir la recuperación, transformación y resiliencia. No diré que a partir de septiembre todo será maravilloso, pero si que quiero trasladar el compromiso, tanto del gobierno autonómico como del central, de propiciar la máxima normalidad posible, con la mayor seguridad, en el día a día que nos va a tocar vivir. No podemos, en estos momentos, olvidar las palabras comprensión, solidaridad y compromiso para conseguir entre todos acercarnos a la máxima normalidad posible.

Tenemos que tender manos, tanto a derechas como a izquierdas. Debemos sacar adelante unos presupuestos transversales para poder ser capaces de afrontar la realidad que nos está tocando vivir. No es momento de excusas ideológicas, es el momento de hacer país a través de un presupuesto justo y eficaz que consiga la rentabilidad social de hasta el último céntimo que podamos disponer cumpliendo nuestros compromisos.

El nuevo curso político traerá consigo nuevas políticas que deben relanzar a nuestra provincia, con prioridades como la conectividad, una política agraria realmente justa y eficaz, una transición justa con lo que representa en nuestra provincia o el avance en la A-68 y en el eje Cantábrico-Mediterráneo. Son las líneas que nos hemos marcado y mejorarán las ya muchas posibilidades del territorio.

Termino con una reflexión con la que me identifico: «los ríos no beben su propia agua; los árboles no comen sus propios frutos. El Sol no brilla para si mismo; y las flores no esparcen su aroma para si mismas. Vivir para los otros es una regla de la naturaleza. Quién no vive para servir, no sirve para vivir». Este momento así lo requiere.

Herminio Sancho – Diputado del PSOE en el Congreso por Teruel