La nueva residencia de Alcañiz tendrá 150 plazas. Es de carácter privado, aunque ayer el presidente de Aragón puso la primera piedra de la misma dejando constancia así del papel tan relevante de este servicio y la importancia de la colaboración público privada. Asimismo, Javier Lambán conoció el centro de día municipal de Alcañiz, de reciente puesta en marcha y que cuenta con un elevado porcentaje de plazas vacantes todavía.

Dada la creciente esperanza de vida de nuestros habitantes y el aumento de los mayores, las plazas existentes en las residencias de la capital bajoaragonesa resultan insuficientes. Este nuevo espacio prevé estar en la vanguardia de la geriatría y debería mejorar la calidad de vida de quienes vivan en él. Las residencias de mayores se han situado desde hace mucho tiempo como garantes del estado de bienestar, así como generadores de empleo cualificado, especialmente femenino. Concretamente, la nueva residencia supondrá 80 puestos de trabajos.

En este contexto, cabe pedir un esfuerzo extraordinario tanto al ayuntamiento alcañizano como al Gobierno de Aragón para que ese apoyo entre empresas públicas y privadas se extienda a través del mayor número de acuerdos posibles, tanto en la oferta de servicios como en el apoyo económico para que el número de plazas públicas en este nuevo gran centro sea el máximo posible. Los costes de las residencias de mayores son inasumibles para muchas familias, que quedan al margen ahondando así una importante brecha de desigualdad. La mayor parte de las labores de cuidados son ejercidas además por familiares mujeres, que ven limitada su libertad, economía, capacidad de desarrollo personal y su propia salud, desarrollando patologías como el síndrome de la cuidadora.

Facilitar la igualdad entre quienes no pueden acceder a este tipo de servicios privados a través de la aplicación ágil de la Ley de Dependencia, la construcción de residencias o centros de día con servicios adecuados ha de ser una prioridad. Con una residencia privada, concertar plazas suficientes a través del adecuado convenio económico con la empresa es la única manera de que Alcañiz, que carece de residencia pública, pueda ofertar a sus ciudadanos un servicio equitativo y con garantías de calidad.

De ahí la relevancia de los cargos públicos presentes en el acto de la primera piedra de este nuevo proyecto. Se deduce asi un compromiso máximo de las instituciones que, dado lo expuesto, no pueden llegar con fondos propios a cubrir el coste de esta residencia, cuya inversión total ascenderá a 9 millones de euros. Ha de ser un compromiso político a largo plazo, firme, no electoralista, basado en un contrato ciudadano que no esté pensado para el programa electoral sino para el interés general.

Editorial.