El gobierno socialista de España ya anda por segunda vez mendigando por las cancillerías de los países sobrios y eficientes. El primero fue el de Zapatero-Rubalcaba después de arruinar el país, pidiendo los Eurobonos, es decir, pidiendo prestado no a nombre de España sino de Europa. Repite ahora el gobierno Sánchez-Iglesias-Frankenstein, tiene que mendigar Sánchez solo, en esa compañía no te da limosna ni el padre Ángel. La ruina del país está causada por todos los actores políticos, en mayor o menor grado, no per el partido que pertenecen, sino por la responsabilidad que han ejercido, pero la incompetencia manifiesta del PSOE siempre las agrava.

Este estado hipertrofiado, culpa de todos, y no nos vamos a engañar, hecho jirones, con cientos de miles de asesores, pesebres para políticos; implantando a nivel nacional con la compra de votos, existencia asegurada sin contrapartida, el modelo PSA para perpetuarse en el poder, fomentando la poltronería y castigando con impuestos expropiatorios la diligencia y laboriosidad, desviando cientos de millones, también de la EU, para fomentar el empleo como ya todos sabemos, también en Europa , es la tarea de sus embajadas informar, en coca, putas y otras urgencias; con alcaldes de localidades de menos de 50.000 habitantes que se adjudican un salario mayor que el de Angela Merkel, con regiones en abierta rebeldía trabajando para destruir la nación, con un parlamento atomizado con dos docenas de partidos, su idioma perseguido en la mitad del territorio nacional y para colmo, tener en una mesa negociando el futuro, la integridad de España a Lastra frente a Rufián, si no te respetas a ti mismo, ¿quién te va a respetar?

La catarsis pendiente, que se hizo necesaria con la crisis Zapatero se ha hecho ineludible en la crisis actual, si las elites del país no la acometen, mucho me temo que la acometa el pueblo, que repitamos un Dos de Mayo o un Dieciocho de Julio. Es un problema nuestro que debemos resolver, es humillante andar pidiendo limosna, es una actitud denigrante para todos los españoles, por eso quiero gritar: En mi nombre: ¡No!

Jose Andrés Lop Moliner – ALCAÑIZ