Trataba de templar en la medida de lo posible mis palabras, pues los que han pedido el boicot para la provincia de Teruel por la decisión de apoyar la investidura de Pedro Sánchez por parte de Teruel Existe, en un principio me habían llenado de rabia y me temía escribir algo insultante. Pero luego con los días me he calmado, pues me llega a dar pena su ignorancia y me resbala la violencia de su lenguaje o amenazas, que a eso todos sabemos jugar.
No sé de qué planeta os habéis extraviado los que pedís el boicot, pero Teruel, esa tierra de la que habláis con tanta ligereza, es, ha sido y será una de las provincias más leales y admirables de España, os recuerdo:

Leal, porque aunque la lista de agravios es larga, nunca ha dudado en ofrendar hasta la última gota de su sudor y sufrimiento por el bien del país. Nadie puede decir que Teruel es una provincia que dude de su españolidad o que haya hecho peticiones que supongan un agravio para el resto. Todo lo contrario, de hecho sobra tanta lealtad, que Teruel Existe con Guitarte a la cabeza, han sido de los pocos que durante la campaña explicaron de que dependía su voto para la investidura. Sobra tanta lealtad que por el bien común, un solo diputado no se cree con el derecho de subordinar la gobernabilidad de un país entero, mientras otros que suman en bloque más de 160 diputados, prefieren dejar la gobernabilidad de su «amada» España en manos de los que llaman golpistas o pro terroristas. Creo que si yo fuera España les diría que para quererme así mejor que no me quieran. A mí me parece más propio de maltratadores que de enamorados esa forma de «patriotismo».
Admirable, porque aún siendo tan pocos, le hemos aportado más a España que lo que todos esos que piden el boicot y sus secuaces políticos le aportaran en la vida. Nombres propios inmensos desde el cine al mundo de la empresa, un patrimonio natural, cultural o gastronómico envidiable. No quiero recrearme en nada ni nadie en concreto porque no os lo merecéis. Perded unos minutos y descubrirlo vosotros mismos.

Deciros que sí, que somos de pueblo, pueblerinos como nos decís despectivamente. Pueblerinos que tienen gente trabajando en la NASA o que ha pasado por Oxford. Pueblerinos que han desempeñado trabajos con los que vuestros líderes tendrían pesadillas solo de pasar cinco minutos en el agujero de una mina o segando los campos al sol.

Por último, aquí un pueblerino que os invita a una conversación y vemos si vosotros sois tan listos y nosotros tan tontos. También os pido que dejéis de ser tan cómodos y vengáis a conocer la provincia para la que pedís el boicot, más que nada porque os gusta mucho hablar de España pero muy poco conocerla. Solo sobre el terreno os daréis cuenta de que sois tan ignorantes como injustos.

Víctor Puch