Casi en primavera y con muy buen tiempo, el cuerpo pide tener unas sensaciones que, en casos, tenemos que reprimir. Hace un año del primer confinamiento total y estamos saliendo de unos meses horribles donde la flexibilidad de medidas en Navidad ha dado como resultado cifras desastrosas en contagios, hospitalizaciones y muertes. Hemos pasado casos en casi todas las familias y hemos conocido de cerca los sinsabores del Covid 19 y sus consecuencias. Casi diez meses después y conociendo al enemigo se han dado los peores datos posibles.

Los paganos de esta última oleada han sido los mismos sectores de siempre, pero en una situación maltrecha después de un periodo aciago, por lo que no pueden aguantar mas. Sobra decir, que nuevos rebrotes volverán a dar como consecuencia, mas cierres. A todos nos gustaría pensar con optimismo, porque nos lo pide el cuerpo, pero sobre todo tenemos que intentar no volver a repetir fallos, que la mayor parte son responsabilidad individual en el comportamiento de cada persona.
Se acerca Semana Santa, no habrá los típicos actos, pero esta vez, habrá mayor libertad de movimiento y horarios que el año pasado, que estábamos prácticamente recluidos en nuestras casas. Hay otros factores distintos, un alto porcentaje de población ya infectados y otros con vacuna puesta o preparada para poner en los próximos meses, un mayor nivel de información y una mejora de las temperaturas que permitirá mayor ventilación.

En conclusión, si queremos apoyar a los sectores mas perjudicados y sumar para salir de una vez de esta pandemia, no cometamos los mismo errores, impliquémonos en el mayor cumplimiento de las medidas, desde el análisis de cada una de nuestra acciones diarias. Cada uno de nosotros puede hacer muchísimo, así podremos mirar hacia delante.

Pedro Bello – GANAR La Puebla de Híjar