Estamos, una vez más en un año decisivo para el futuro de nuestra tierra. Nos jugamos muchas cosas en estos días. Entre otras muchas, saber si la administración se cree que merecemos tener futuro. Es nuestra dignidad lo que también anda en juego.

Hemos hablado de trenes, de autovía, de la central, de las carencias endémicas de nuestras comarcas. Podríamos seguir así un año más, la diferencia radica en que a buen seguro en 2020 seremos menos.

Es hora de compromisos con la tierra y las gentes y no con las cúpulas de los grandes partidos.

Se trata de defender valores y de pelear políticas activas.

Y no, el futuro de Teruel, de nuestras comarcas no pasa por defender la caza y los toros. Y conste que no soy detractor de ninguna de ellas. Pasa por dignificar la vida en los pueblos y por exigir de una vez por todas que no se nos trate como ciudadanos de segunda.

El futuro de Teruel no se dirime en Andalucia, ni en Cataluña. Se debate en Madrid, en el parlamento y en el seno de los grandes consejos de administración.

Incentivos fiscales sí o sí. Discriminación positiva sí o sí. Reconocer en el IRPF, en las cuotas de autónomos, incluso en el IAE a quienes apuestan por seguir aqui.

No tengan ninguna duda; para mí es muchísimo más importante el futuro de mis hijos, el mañana de mi pueblo, que la unidad de España. Lo tengo y lo tendré siempre muy claro. Son mucho más importantes los valores, la defensa de los derechos y la de las libertades que cualquier patria. Soy y me siento por encima de todo aragonés, defiendo y creo en el futuro de este pequeño rincón del mundo, y abanderaré siempre el futuro de la España rural y su desarrollo. Pero sin confundir, ni tergiversar.

Necesitamos que el día de mañana nuestros hijos tengan una oportunidad. Tengan la posibilidad de elegir. Luego ellos sabrán decidir si prefieren cazar en sus ratos libres, ver los toros desde la barrera o se deciden por defender el medio natural y a los animales. Pero no permitamos que se nos banalice.

Y eso sí, ni un paso atrás con los que abominan de las libertades y de los derechos de la mujer. A esos el futuro de los pueblos les importa un carajo. Y abanderan una causa que sólo nos puede llevar al abismo.

Ni un paso atrás.