Este fin de semana se celebra el congreso del Partido Aragonés. Un congreso muy esperado en el que se va a fijar el rumbo de este partido en los próximos años. El Partido Aragonés ha sido pieza clave en el desarrollo de Aragón en las últimas décadas. Cuarenta y tres años de historia trabajando para mejorar nuestra tierra e intentar que la vida en Aragón sea lo mejor posible. El lema de este partido ha sido siempre velar por el futuro de Aragón respetando siempre el constitucionalismo, apostar por el centro como punto de unión y abogar por el respeto del estatuto de Autonomía Aragonés. Durante mucho tiempo nuestro partido ha sido una de las primeras opciones a la hora de depositar el voto de todos los aragoneses, muchas de nuestras poblaciones siguen manteniendo alcaldes y concejales del partido aragonés, se ha gobernado en comarcas, diputaciones y en el gobierno de Aragón durante muchas legislaturas. Pero elecciones tras elecciones se ha ido perdiendo poco a poco la confianza de los aragoneses en este partido. Una pérdida de votos y un desangrado lento que se viene produciendo desde hace varias legislaturas. Quien no quiera darse cuenta de ello se está engañando o simplemente está ciego. Quizá haya sido por la aparición de otras opciones políticas, quizá por no haber podido exigir el desarrollo que otros partidos autonómicos han hecho en sus comunidades, quizá porque algunos se han acomodado más el puesto que en las ideas, quizá porque el centro político es menos atractivo cuando existe tanta polarización tanto a derecha como izquierda o simplemente porque el discurso actual del partido o de nuestros representantes actuales no cala hoy en día en nuestra sociedad.

Es la hora de dar un giro a esta situación porque Aragón necesita un Partido Aragonés fuerte, que sepa defender los intereses de Aragón dentro de un estado unido, que de estabilidad en las instituciones pero manteniendo sus posturas inquebrantables, que sea eje y motor de los aragoneses sin tener que recurrir a los mensajes de hace veinte años. La sociedad de hoy en día cambia a pasos agigantados y nuevas realidades se abren paso en nuestro camino. Educación, cultura, renovables, fiscalidad, infraestructuras, nuevas competencias… son temas en los que hay que trabajar día a día pero sin perder el acento aragonés. Somos una tierra castigada que poco a poco ha ido perdiendo peso en el panorama nacional, pero no es momento de mensajes victimistas ni de partidos que miren más las dificultades que las oportunidades. Aragón es una tierra llena de posibilidades y necesita un Partido Aragonés que defienda sus intereses por encima de todo. El congreso de este fin de semana puede optar por atajar la hemorragia desinfectando y cosiendo bien las heridas o simplemente poner una tirita y esperar a que la sangre vuelva a brotar sin haber ya remedio.

Eduardo Orrios. PAR Alcañiz