Si rastreamos en los cimientos de la historia del periodismo , su nacimiento y origen va marcado por una mezcla de azar y de innovación, y a pesar de ser una pieza básica de nuestra sociedad, sus orígenes fueron canallas con un punto de elegancia regia .

En la Venecia del siglo XVII, los gondoleros vendían unas hojillas manuscritas que testimoniaban los dimes y diretes, los dichos, las chanzas y las informaciones comerciales veraces que traían a puerto los comerciantes llegados a la ciudad. ¿Su precio? Una gazzetta, la más pequeña de las monedas de la república. El éxito cosechado en los inicios y la avidez de los gobernantes de turno para observar el afán de información de la sociedad hizo que se concedieran sucesivos privilegios a sus publicaciones, y por tanto el término «gaceta» fue poco a poco institucionalizándose y formo parte de las herramientas de propaganda y comunicación de parte de la sociedad.

El periodismo no se conformó con ser un simple instrumento de comunicación regia y nunca abandono su esencia canalla y locuaz a pesar de que a veces se quisiera dar barniz mitológico al oficio, bautizando algunos diarios en honor al Dios Mercurio. En Italia en el Siglo XIX un editor Florentino decidió publicar » Il resto del sigaro» que literalmente costaba las sobras de lo que costaba en su momento un cigarro toscano. Su línea editorial se centraba en halagar y complacer a su público con historias- algunas truculentas- pero nunca sin abandonar su hondo contenido humano y en muchas ocasiones con un rabioso activismo político.

La vocación mediterránea e Italiana de Alcañiz se personaliza en la labor que desarrollo nuestro paisano Mariano Nipho, y nadie como el supo captar la necesidad de crear y financiar un buen número de diarios y ser el fundador del periodismo moderno. Con una línea editorial sugerente, redacción hábil y con visión de futuro supo ver la necesidad de crear una línea de publicaciones que pudieran llegar a amplias capas de la sociedad ilustrada que estaba despertando en España, y todo ello lo desarrolló un Alcañizano que apostó por reformar su sociedad con una mirada global.

Son tiempos de incertidumbre y el periodismo, como otros muchos oficios, están intentando adaptarse a los nuevos ritmos que marca la sociedad y la economía. Con la aparición de las nuevas redes de comunicación, en algunos casos las noticias se mezclan con los rumores, los engaños y se acepta la mentira y la falacia con tal de que haya tráfico en la red y haya anunciantes dispuestos a ubicar sus banners, sin importar el contenido real de la noticia, y el oficio de periodista ha sido eclipsado por el oficio de tertuliano multidisciplinar: aquel que puede hacer análisis político, a la par que ejerce de tertuliano en un debate de Gran Hermano.

El mismo Ryszard Kapuscinski confesó su sensación de impotencia al admitir que «este mundo cambia tan deprisa, que no puedo escribir ningún libro ni dar ninguna descripción convincente. No hay tiempo para dar una reflexión profunda desde fuera».

Esta semana Alcañiz celebra un importante seminario sobre periodismo y comunicación, y en nuestra ciudad se está debatiendo sobre el presente y futuro del periodismo. A pesar de lo descrito, el periodismo tiene mucho futuro, y quizás Alcañiz gracias al legado de Nipho podamos aportar ese tiempo para aportar esa profunda reflexión desde fuera en una ciudad que ama el periodismo como nadie. Desde el equipo de gobierno vamos a apostar por que Alcañiz vuelva a ser cuna del periodismo moderno.

Jorge Abril – Concejal de cultura del Ayuntamiento de Alcañiz.