El Gobierno de Aragón quiere invertir en el futuro de Motorland para convertirlo en lo que originalmente fue la idea con la que se concibió: un proyecto de innovación ligado al motor que atraiga empleo de calidad da largo plazo. Para ello, al fin, se pone la mirada en la I+D+I ligada a la ingeniería del motor. Se está trabajando para la instalación de tecnología 5G que permita desarrollar proyectos en un laboratorio de «vehículo conectado», el futuro de la automoción. Aragón quiere situarse a la vanguardia de la tecnología vinculada a la movilidad y para ello se cuenta con Motorland, y cabe entender que de Technopark también. Era muy necesario que esa mirada saliese de la capital zaragozana situándose en el primer proyecto regional dedicado a estas características y que, hasta ahora, no ha sido contemplado en los planes de innovación autonómicos. De la mano de la Consejería de Ciencia, Universidad y Sociedad del Conocimiento, con la colaboración de Industria y Presidencia, se van a establecer unos primeros pasos que cuentan con la financiación de 1,6 millones de euros para abrir esta vía de desarrollo. A nivel nacional sólo Barcelona está trabajando en una iniciativa de este nivel, por lo que el reto es importante. Conseguir consolidar la idea, atraer ensayos hasta Alcañiz, y desarrollar aquí estudios que sean referente nacional e internacional será un trabajo en el que la gestión del día a día marque el camino del éxito. La automoción en Aragón supone más del 20% del PIB regional, con toda la capacidad de sinergias que ello implica tanto en el ámbito público como en el privado. El vehículo autónomo es el futuro de la automoción en numerosos desarrollos ligados a la autonomía y la seguridad. Las posibilidades de trabajo en un espacio privilegiado como el circuito internacional de velocidad así como el área del parque tecnológico asociado son muy importantes. Conseguir que estos proyectos tengan capacidad de implantación de empresas a largo plazo y no sean de breve recorrido implicará una labor de gestión impecable, cuyos máximos exponentes deben ser las personas más cualificadas que nuestra comunidad autónoma sea capaz de encontrar.

Editorial.