Varias zonas del Sistema Ibérico enclavadas en Aragón, Soria, Cuenca, la Guadalajara profunda, interior de Castellón, etc., se encuentran marcadas por características comunes: despoblación, envejecimiento, dispersión, micropoblamientos, falta de iniciativa privada y de diversificación económica, así como climas extremos y falta de inversión en infraestructuras y servicios, lo que las hace más vulnerables frente a otros territorios.

Entre los días 10 y 12 de noviembre en Soria, tuvo lugar la I Feria Nacional para la Repoblación de la España vacía, en la que tuve la oportunidad de asistir e incluso de participar en una de sus mesas, aunque realmente para mí eso no fue lo importante. Lo importante fue lo que la feria consiguió.
El excelente trabajo de promoción realizado meses atrás por los organizadores de «El Hueco», principal entidad del comité organizador, ha dado sus frutos. Destacó la propia dinámica de la feria, a través de las diferentes mesas redondas donde políticos, técnicos, emprendedores, medios de comunicación, etc., han analizado factores como las políticas comunitarias, nacionales o regionales y sus estrategias, la fiscalidad, la creación o instalación de empresas, los nuevos pobladores y la importancia del arte y la industria cultural… Y todo desde el prisma de la repoblación, dejando claro que no es un único factor el que interviene en la despoblación o sostenibilidad de un territorio.

Se certificó también que el problema de la despoblación rural en España no se ha tomado en serio hasta que no ha empezado a verse claramente en zonas rurales que no se consideraban tan vulnerables. Evidenciando que es un problema nacional, no de provincias o comunidades autónomas, sino de amplios territorios. Sintiendo que se ha perdido demasiado tiempo y de que no se ha tomado lo suficientemente en serio, asumiendo que para muchos municipios la situación es irreversible, a corto plazo. Se ha confirmado que hace falta algo más que leyes, planes y presupuestos que hasta la fecha, no han funcionado. Hace falta voluntad junto a un verdadero diagnóstico de las causas, una adecuada planificación y ordenación del territorio, que definan unas claras medidas y actuaciones,como demuestran proyectos con éxito (Ej. Tierras Altas e Islas de Escocia), que han frenado o incluso invertido la gráfica de despoblación, en territorios no en mejores condiciones económico-geográficas que los nuestros.

Modelos a tener en cuenta, con eso me vengo.