Profecía es una palabra muy vinculada a las creencias religiosas. Pero en el diccionario de nuestra lengua se define también la profecía como el «juicio o conjetura que se forma de algo por las señales que se observan».
Estamos otra vez en procesos electorales, y no hay político o periodista que no «ayude» a formar opinión mediante sus predicciones sobre lo que va a pasar, aunque sería más exacto decir «sobre lo que preferirían que pasara».
Para hablar de este tema me he sentido más que inspirado por Don Miguel de Unamuno que en 1933, observando que se acercaban nuevas elecciones escribió un artículo del que he copiado el título. En él nos regaló varias lecciones, que transmito a los que me lean.
Dijo: «Profeta no es el adivino del porvenir, sino el que les descubre a los demás la razón (o la sinrazón) de lo que ha pasado. Porque las gentes no suelen enterarse de lo que pasa sino cuando un vidente, un profeta, se lo revela. Lo demás, esas profecías de cronistas o políticos no son profecías». Y más adelante añadía: «A los ciudadanos de conciencia civil y de solidaridad civil consciente, no les debe importar lo que vaya a pasar dentro de un mes o de un año. Sino que debe importarles lo que ha pasado. Lo importante no es lo que anuncian que van a hacer, sino lo que nos han hecho».
Y actualizando el último párrafo de su artículo diré que: La profecía si hoy significa algo consiste en desentrañar el sentido que tienen en la actualidad la política y la democracia.
No tengo respuesta para esas dos tareas, pero no dejo de pensar en ellas. Como todo lo humano es mejorable, me pregunto qué cosas se podrían mejorar, y veo dos muy importantes. La primera es que no se respeta el principio democrático de una persona un voto. Este principio define la auténtica igualdad, y la igualdad del voto implica que la influencia del sufragio de todos los electores es igual y no está diferenciada en razón de propiedad, ingresos, educación, religión, sexo, orientación política, ni lugar de residencia. Todos los votos deben pesar lo mismo.
La segunda tarea se refiere a las demarcaciones electorales y la ley electoral. Dado que la población nunca está repartida uniformemente en el conjunto del territorio hay que tomar decisiones y ajustes a la delimitación de las circunscripciones electorales. Aplicando al caso de España, y observando las elecciones generales de 2019, encontramos que el número de electores ascendía a 37 millones de personas y el número de electos era de 350. Lo que en caso de una democracia sin sesgos significa que se debería elegir un representante por cada 106 mil electores. La realidad es que algunos «distritos» están sobre representados y otros subrepresentados.
La protagonista de estos procesos es, sin duda, la ley electoral vigente, que «falsea» la opinión del ciudadano componiendo un Congreso que poco tiene que ver con lo que se vota. Y esto se justifica con el concepto de voto equitativo que se traduce en el diseño de un sistema que equilibre el factor poblacional con los factores geográficos y socioeconómicos. Según se trate este tema resultara evidente una falta de igualdad que sin embargo para algunos se podría valorar como una mejora de la calidad democrática.
Mi sugerencia es que se tendría que revisar la actual ley electoral, porque permite la aparición de múltiples grupos muy minoritarios que no colaboran a crear el espíritu de unidad de objetivos a nivel nacional que debe regir en cualquier parlamento.
Antonio Germán. Ingeniero y empresario
Muy Acertado el Comentario D. Antonio. EL problema del cambio de la ley electoral es la falta de voluntad política de los dos grandes partidos PSOE y PP para hacerlo. Es una ley injusta. Un cordial saludo.
Gracias Kiko por compartir mi escrito.
Un cordial saludo
Don Antonio, los grupos minoritarios son tan necesarios como los mayoritarios. Asi como en la vida, son necesarias esas personas que nadando contra corriente, nos muestran, aveces, nuestros miedos, nuestras cobardias y nuestras sumisiones.
Leia esta frase de Eugene Ionesco: “Pensar contra la corriente es heroico; decirlo, una locura”.
Y luego una pequeña reflexion: «El ejemplo más evidente, que siempre es traído a colación, es el del nazismo. Muchos se sumaron a ese movimiento enfermo e inhumano, simplemente por miedo. Todos iban en esa dirección y, por más absurdo que fuera, para muchos fue mejor seguir la corriente que oponer resistencia».
Gracias por hacernos pensar, nos hace salir de la borregada.
Apreciado Pascual:
En todo tiempo y momento han sido los grupos minoritarios los catalizadores de los grandes cambios, y yo siempre me he esforzado, con mis escasas fuerzas, por contribuir a esos cambios. Pero un catalizador equivocado o mal utilizado produce efectos no deseados. Conocía la sentencia de Ionesco, que traducida a un lenguaje más «de cada día» he utilizado así: Hay que pensar lo que se dice, y si se puede hay que decir lo que se piensa. La edad me ha concedido el privilegio de poder decir lo que pienso.
Gracias por sus palabras.
Sr Germán:
Muy esclarecedor su articulo, sin nombrar a ningun partido politico, lo cual no impide al leerlo, «captar» a que partidos se refieren las Profecías, es mas ni le cuento la que se esta preparando en Catalunya para las proximas , lejanas o proximas elecciones Autonomicas, todo apunta que no seran de partidos politicos, se esta gestando una lista cívica, claro que las Profecías de esta lista civica pueden ser catastróficas, menos mal que la ley electoral que tenemos es comun para todos.
Bon dia desde Barcelona.
Apreciado Ramón:
Agradezco su comentario. Deseo que crea que las profecías de Unamuno tal como yo las he resumido no se refieren a las elecciones que van a llegar, sino a cualquier proceso electoral, y a que la democracia llegue tanto a la política como a la vida diaria, desde las asociaciones de vecinos hasta los clubes deportivos. desde los colegios y universidades hasta los bares y restaurantes.
Este artículo de opinión estaría muy bien en un periódico de tirada nacional o del ámbito de Zaragoza, pero escribir esto en un periódico del mundo rural como la Comarca, y en una provincia como Teruel me parece, como mínimo provocador.
La actual ley electoral es una de las pocas discriminaciones positivas que tienen territorios como el nuestro. Actualmente en la provincia se escogen 3 Diputados, los cuales tienen poco peso y poca importancia, pero con su propuesta se elegiría solamente 1. Si ahora somos invisibles, con su propuesta algunos no presentarían ni candidatura, ni se molestarían en hacer campaña.
Insisto, la idea de fondo de su artículo, me parece una provocación para los habitantes invisibles del mundo rural. Además de tener un tufillo nacionalista centralista español bastante fuertes
Apreciado MS.
En mi opinión la solución a los problemas del mundo rural no se podrá conseguir falseando los principios democráticos. El uso del concepto de discriminación positiva no esconde que estamos hablando de discriminación, y lo que pueda ser positivo para muchos es también negativo para muchos otros. El diseño y la aplicación de acciones positivas para reducir las desigualdades llegaran del convencimiento de todos los diputados de que esas acciones positivas serán buenas para todos y no de la creación de nuevas desigualdades o del mantenimiento de las ya existentes.
Si no entiende el concepto de discriminación positiva, difícilmente entenderá otros conceptos básicos de una democracia moderna, como son la justicia social o la igualdad de oportunidades.
La discriminación positiva es un concepto que se utiliza para describir una política social que se orienta a mejorar la vida de algunos grupos que hayan sufrido históricamente discriminación. El caso del mundo rural, aunque no se encuentre recogido el Territorio como uno de los supuestos merecedores de discriminación positiva, si que podemos afirmar que requiere de un trato privilegiado en algunos aspectos, para intentar revertir las desigualdades y perjuicios históricos que provienen de las políticas urbanocéntricas.
En el caso concreto de Teruel, si tal y como afirma usted, tenemos que esperar a la actuación de todos los Diputados, ya le informo que podemos cerrar el chiringuito y lanzar la llave. El actual sistema de representantes provinciales existente es obvio que no funciona, que se debería implantar una democracia representativa similar a la inglesa (el Diputado debería rendir cuentas a sus votantes), pero lo que usted propone seria todavía peor.
Insisto su artículo huele mucho a lemas del pasado como «una, grande y libre» o «España es 1 y no 51».
Por último, le invito a que haga una búsqueda en internet de los resultados electorales de las últimas elecciones generales del 2019 con un sistema de circunscripción única, y podrá comprobar que el resultado por bloques (izquierda, derecha y minoritarios) seria básicamente el mismo que con la actual ley electoral…. dejando por tanto su último párrafo en evidencia
La realidad española, tal como yo la veo, “disfruta” de innumerables discriminaciones positivas y cada día aparecen necesidades que requieren de nuevas discriminaciones positivas. Aquí no hay nadie que no las necesite o que no las justifique.
Aunque a usted le parezca que yo no entiendo el concepto, lo que no entiendo ni me parece acertado es el abuso permanente del mismo. No llegará la justicia social ni la igualdad de oportunidades a base de privilegios para cada grupo que los pida. Hay que competir limpiamente ante cada dificultad de la vida. Espero que esto no le parezca cosa del pasado.
Un cordial saludo
Como siempre, genial!.
Yo opto por el escrutinio mayoritario uninominal y la segunda vuelta electoral, que son los más comunes, sobre todo en el ámbito sajón y que restan poder a las ejecutivas de los partidos.
Pero tengo claro que, como el Bergantes, la ley electoral no se toca.
Un saludo
Al hilo de su escrito, mi sugerencia es que si cada parlamentario debe ser elegido por 106.000 electores, y Teruel tiene en estos momento el derecho a elegir a 3, sea obligatorio a los electores a venir a vivir a Teruel, obligatorio al resto de territorios aportar dinero e infraestructuras, derechos y oportunidades para que vivan al menos 318.000 personas, y mientras no se llegue a esa cifra, se impida el voto a los 180.000 electores que están fuera del territorio donde deberían vivir y votar,
La igualdad no siempre es lo que parece, y un kilo de plomo pesa lo mismo que un kilo de plumas, pero un camión lleno de plomo no pesa lo mismo que un camión lleno de plumas.
Si la España vaciada está así porque llegó al proceso democrático tarde, mal, sin industria, ni medios ni apoyo, imagínese si nos quita lo único que nos queda, nuestra pequeña pequeña voz. somo pocos, pero somos los garantes de un territorio que no es el territorio vecino, que no solo no nos da sino que nos quita
Apreciado Profesor:
Tenemos la tarea de conseguir que los 350 electos en las próximas elecciones generales sean nuestra voz, la voz de todos los españoles. La obligación de un diputado es la de conocer, comprender y apoyar las soluciones que necesitan sus representados sean de cualquier pueblo o comarca de España. Esta forma de entender la política necesita de hombres y mujeres que vean no solo el problema de su familia o de su pueblo, sino la realidad de los 47 millones de ciudadanos que dependerán de sus trabajos. Si no apreciamos lo que nos llega de los esfuerzos de otros, será difícil de convencerles de que se acuerden de nosotros.
Señor Antonio, su visión de la politica no es que sea bonita, es que es idílica, y por supuesto, inexistente. Si todos los diputados trabajasen para nuestro pais común, cada uno en lo suyo pero respetando a todos, haciendo politica nacional e inclusiva de todos los territorios, y con respeto y esfuerzo para que nadie se quede atras, seria perfecto.
PERO LA PERFECCION NO EXISTE.
Eso se traduce en que se ha partido esta nación en pequeños mini estados, a mayor gloria de los politicuchos locales que quieren mas poder y mayor gloria, y que se presentan a las elecciones con soluciones y proyectos solo para su territorio, produciendo un circulo vicioso, cuanto mas poder tiene mi terruño, mas fuerza y habitantes, y por tanto me corresponde cada vez mas representantes y mas poder, y no respeto a ningun territorio de al lado ni tengo la mas minima idea de proponer una politica general para todo el territorio.
Ante todo ello, la ultima barrera antes de que nos devoren es mantener un minimo de voz en el parlamento comun, si nos lo quitan nos vamos directamente a la mierda, porque esos electos no tienen ninguna intencion de solucionar ningun problema de mi provincia, y si no hay grandes voces que te acusan, duermen muy tranquilitos
Apreciado Profesor:
Usted y yo coincidimos en considerar como muy deficiente la democracia que tenemos, y ambos deseamos su mejora. Yo sé que mis deseos de mejora no son posibles en el corto plazo, pero propongo como objetivo lo mas cercano posible a su perfección. Sabemos también a donde va a conducir la democracia actual si no se corrigen sus defectos y si no se resuelven los problemas reales de los ciudadanos. Fracasará esta democracia basada en los partidos que para las grandes decisiones no cuenta nunca con la voz de los pueblos, y que todo se decide en pactos y corruptelas en vez de consultar la voluntad popular. No nos serviría la practica suiza de realizar referendums antes de promulgar leyes que cambian la vida de las personas, de las familias e incluso de los territorios?
Agradezco su atención
Un cordial saludo
Solemos quejarnos de nuestra democracia, cuando las demás son igual de malas o peores que la nuestra, sólo que igual nos la han vendido muy bien.
Con respecto a la supuesta democracia directa de Suiza, también plantea sus dudas, para empezar sólo dos paises en todo el mundo tienen ese tipo de democracia, Liechtenstein y Suiza, dos auténticos piratas económicos, ladrones de guante blanco y paraisos fiscales a costa del desarrollo y los impuestos de los demás paises, no dice mucho a su favor.
Además de robarnos a todos, son un zulo, egoista y xenófobo, donde recientemente han prohibido la libre circulación de europeos por su pais (en referendum) en contra de la libertad que tienen ellos en el resto de Europa, donde eres un ciudadano de segunda durante muchos años, sin los derechos principales ni derecho a voto (sólo el 75 por ciento de la población tiene derecho a voto), tampoco me atrae mucho, y luego está el tema de quien decide lo que se puede votar, y si vale cualquier tema.
Por último, ir a votar, si ahora nos quejamos, imagina tener que ir 5 o 6 veces al año, no creo que mucha gente se movilizara, ni en Suiza, en fin nunca será perfecto