Desde que tengo memoria, todos los años se presenta un proyecto salvador del medio rural turolense. Por las mesas de los despachos de la Administración han pasado todo tipo de empresas que prometían la creación de cientos, a veces incluso miles de empleos en nuestra zona. Es cierto que hay casos de éxito, pero tras las experiencias fallidas, los ciudadanos se encuentran ojo avizor ante cualquier aviso de creación masivo de empleo en el territorio. Sus pueblos lo agradecerán.

Desde que se anunciara la instalación de numerosos parques fotovoltaicos en varias comarcas de Teruel ha sido constante el goteo de localidades que han mostrado su oposición a estos proyectos. Está previsto que algunos de estos molinos eólicos se ubiquen en lugares de alto valor paisajístico como, por ejemplo, la comarca del Maestrazgo. Si bien es cierto que es necesario contar con una transición justa para nuestra zona y apoyar la Agenda 2030, las dimensiones de estos parques eólicos han despertado dudas y preocupación entre algunos vecinos, asociaciones y plataformas.

Se calcula que la producción llegaría a 7.000 megavatios, lo que supone, según la agrupación de electores Teruel Existe, más potencia que entre todas las centrales nucleares de España. Por tanto, no sería necesaria tanta envergadura para cumplir con las necesidades de energía eléctrica que demanda el país. Es por eso que debería haber siempre un sí hacia las energías renovables, pero no de modo que un territorio despoblado sea servidor de las grandes urbes del país.

Lucía Peralta