La recta final de agosto está constatando que las «no fiestas» han tenido un efecto negativo en los contagios covid. La incidencia acumulada en el Bajo Aragón Histórico sigue estando por encima de la media regional (138,3) y se sitúa en 176,4 casos por cada 100.000 habitantes a siete días. La tasa ha bajado en diez puntos si se compara con los datos de hace una semana aunque ahora son siete las zonas de salud que se sitúan por encima de la media, una más que hace siete días. Hay un goteo constante de contagios por numerosas localidades. La tasa de Valderrobres casi multiplica por cuatro la tasa media con 527,4 casos por 100.000 habitantes seguida de Alcorisa (360,7), Caspe (309), Muniesa (150,9), Andorra (150,7), Maella (145,6) e Híjar (140,4). La localidad de Caspe vuelve a la tasa de hace una semana con 299,2, la segunda mayor de Aragón en las ciudades de más de 10.000 habitantes, y no logra salir de una constante que se ha mantenido numerosas semanas desde hace ya más de un año. Ayer zona básica de Caspe sumó 10 de los 21 contagios del sector sanitario de Alcañiz. La zona de Andorra notificó siete positivos y uno las de Alcañiz, Híjar, Alcorisa y Valderrobres.

Con estas cifras, resulta evidente que la gran cantidad de población en los municipios ha pasado factura, pero sobre todo incumplimientos puntuales ligados a las no fiestas entre grupos de amigos. La mayoría de la población se está comportando de forma ejemplar, sin embargo dada la proximidad del inicio de curso cabe extremar las precauciones porque son los cohortes de menor edad los que están sufriendo la mayoría de contagios.

Además, no hay que perder de vista que las poblaciones de mayor tamaño de nuestro entorno comenzarán sus «no fietas» en los próximos días: Alcañiz, Alcorisa o Andorra son focos principales de preocupación y en todos ellos se están buscando fórmulas para contener los brotes. En los tres municipios ha habido durante este tiempo contagios importantísismos que, cabe recordar, obligaron a confinar tanto Alcañiz como Andorra perimetralmente. El reto de la capital bajoaragonesa será además la coincidencia de sus «no fiestas» con dos festivos locales y el mundial de Motociclismo, donde se prevé la asistencia de veintemil personas de las que muchas ocuparán la ciudad alcañizana en busca de una fiesta que no encontrarán como otros años. Todo un reto que debe controlarse a través de concienciación, seguridad extrema y la colaboración de todos los ciudadanos.

Editorial.