Nos tembló poco el pulso para el rescate bancario en 2012, probablemente fue un mal necesario para evitar consecuencias catastróficas a medio plazo y ser expulsados de facto de los mercados financieros. Hubo rabia y oposición, pero se asumió, como se tienen que asumir las cosas de tal magnitud que enfrentarse a ellas solo te asegura ser aplastado. La mayor parte de lo rescatado tuvo en su gestión mucho de opacidad y mucho de políticos metiendo las narices, ocupando asientos y tomando decisiones que no les correspondían.

Tiempo después fue el turno de las autopistas. Autopistas mal proyectadas y que no soportaron el volumen de tráfico proyectado, algún iluminado, confundió el tamaño de Madrid con el de Estambul o Tokio y seguramente quiso hacer algún negocio ilícito, lo hizo y lo pagamos entre todos.

También ha habido que inyectarle miles de millones a la industria del automóvil y otros sectores, a veces por salvar empleos y la economía local u otras por salvarle la cara a auténticos sinvergüenzas y a veces, una cosa y la otra iban de la mano inevitablemente.

Y ahora en medio de una crisis muy fuerte, todavía no sabemos qué haremos. Se nota lo desnortados que están los que nos dirigen, para encarar y proponernos algo que nos tranquilice de cara al futuro. Hay muchas propuestas de distintas cosas, hay millones de polémicas por asuntos variados y en cambio todavía a día de hoy no hay certezas de ningún tipo para lo segundo más importante después de salvar vidas ¿qué va a pasar con los trabajadores? Consecuencia de la crisis hay ya miles de despedidos, miles de personas en ERTE, miles de personas con incertidumbre, etc.

Citaba los rescates pasados, porque si lo comparamos con lo que hoy les cuesta abrir líneas de ayudas directas es para analizarlo. Hoy el rescate sería el pan de cada día, con miles de autónomos con el agua al cuello, con millones de personas con sus puestos de trabajo amenazados. Pero para ellos poco se habla, la situación ya es tan crítica y tardía, que ya no se habla de ayudas para capear la crisis del hoy por hoy, si no de cómo se hará para que el día de mañana si conseguimos frenar la crisis sanitaria sea todavía sostenible el trabajo en el país.

Eso es la tarea principal del país junto a la crisis sanitaria, pero respecto a eso, ¿han escuchado alguna propuesta en el Congreso?, ¿han visto el espacio que ocupa en los debates?, ¿en qué se va a emplear el dinero de Europa? Las diferencias con otros países de Europa en el tema son muy grandes y de nuevo con la sensación de que al final algo harán con todo ese dinero que no va a servir para lo que tendría que servir.

Víctor Puch