La Semana Santa de 2021 en Calanda pasará a la historia, como lo hizo la de 2020, por no poder celebrarse los actos y procesiones que todos tenemos en nuestra memoria porque son santo y seña de nuestra localidad. Aunque bien es cierto que, a diferencia de la del año pasado, en esta ocasión la movilidad ha permitido que pudiéramos ver algunas túnicas, tambores y bombos en la vía pública.

La pandemia del Covid-19 nos sigue dejando imágenes peculiares y muy simbólicas, como ha sido para los calandinos ver el tradicional bombo del Ayuntamiento en una plaza de España completamente vacía, muy alejada de una rompida de la hora abarrotada de gente, pasando del silencio al estruendo en escasos segundos. Imágenes que forman parte de nuestra propia identidad.

Han sido dos días en los que los calandinos, a pesar de las difíciles circunstancias actuales, han encontrado el lugar y el momento para hacer lo que más nos gusta: tocar el tambor y el bombo. Pero, sobre todo, cumpliendo las medidas de seguridad establecidas por el Ayuntamiento de Calanda y la Junta Coordinadora de la Semana Santa. Siempre priorizando la salud por encima de cualquier otra consideración.

Hemos podido ver a gente tocando su tambor y el bombo desde sus balcones, terrazas, huertos y hasta en las puertas de sus casas. Manteniendo la distancia de seguridad, ataviados con sus características mascarillas y demostrando que la pasión por nuestra Semana Santa es singular. De ahí la importancia y la repercusión que siempre despierta en todo nuestro país.

Por ello, como alcalde de Calanda me siento profundamente satisfecho y orgulloso por el comportamiento que han tenido todos los calandinos. Han demostrado que su manera de percibir la Semana Santa se adapta perfectamente a la situación sanitaria en la que nos encontramos, siempre con el respetoy la precaución que exigen estos tiempos.

La Semana Santa ya ha terminado, pero nos estamos cargando de ilusión y optimismo, con las mirada puesta en el 14, 15 y 16 de abril del 2022. Esperemos que para entonces vivamos esos días tan especiales como todos los calandinos añoramos y soñamos: con respeto, pasión y sentimiento, disfrutando como más nos gusta, pero como hacíamos antes de la llegada de la Covid-19. Ojalá sea posible.

Alberto Herrero – PP Calanda