La denuncia de los jefes de servicio del Hospital de Alcañiz acerca de la falta de médicos en la UVI móvil durante doce horas (de 09.00 a 21.00) es una importante medida de presión hacia el Gobierno de Aragón, que sigue sin tomarse en serio la falta estructrural de médicos en el hospital de Alcañiz. Los facultativos consideran «una medida temeraria» realizar traslados sin médicos a personas en estado grave. A esto, se añaden largas horas de espera de pacientes que necesitan atención inmediata. Las soluciones planteadas por DGA, como la incorporación de helicópteros, no son por ahora eficaces y plantean dificultades operativas serias. Asimismo, hay que poner el foco en la externalización de un servicio que la empresa concesionaria del transporte sanitario incumple, y que con los nuevos pliegos en concurso de adjudicación agravarán la situación dado que no se pide el servicio de un médico durante las noches y fines de semana.

La falta de especialistas está suponiendo también consecuencias graves como el cierre de la hospitalización a domicilio, o la falta de atención a pacientes que son derivados de forma constante a Zaragoza.

Se trata de un problema gravísimo al que no se pone coto y que se ha convertido en estructural, sin que ningún tipo de incentivos sirvan. La reorganización de la gestión global de las plazas médicas públicas, la garantía de que los MIR aragoneses encuentren empleo en la Comunidad así como la reorganización en Zaragoza capital con el refuerzo de la medicina privada son claves para y deben abordarse de inmediato.

Precisamente Teruel Existe realizó ayer una rueda de prensa en la que puso el foco sobre todos estos problemas, recordando que el nuevo pliego de transporte sanitario deja fuera de la ley al 29% de los municipios de Aragón (esto es que se pueda llegar a un centro hospitalario en un máximo de 301) y recordaron que existen actualmente en España diez mil médicos sin MIR sobre los que no se está actuando y que podrían suponer un importante refuerzo.

Resulta evidente que no se está prestando la atención, el compromiso y la audacia suficientes para resolver un problema que sin duda alguna garantizaría la igualdad de derechos de los habitantes del medio rural, así como un equilibrio entre todos los impuestos que pagan sus contribuyentes.
Frente a esto, avanza la construcción del nuevo hospital de Alcañiz, cuya apertura debería suponer una nueva etapa en la gestión sanitaria del Bajo Aragón Histórico en la que se garantizase no sólo el espacio sino la cobertura médica total.

Editorial.