La provincia de Teruel se va convertir en una de las mayores potencias nacionales en producción de energías renovables. El esfuerzo del Gobierno de Aragón de los últimos años, de la mano de 50 ayuntamientos, y Forestalia ha dado sus frutos en una macroinversión que asegura unas cifras que, a priori, son espectaculares. 3.000 empleos anuales en la construcción de los parques solares y eólicos, y 450 puestos estables. La inversión, de 2.000 millones de euros, implicará que los ayuntamientos se repartan en torno a 13,6 millones de euros al año. El esfuerzo por que estas inversiones estén ligadas a una empresa aragonesa cuenta con el trasfondo importante de retener valores de fondo que vayan más allá de la inversión, que cuenten con un arraigo importante que derive en empleabilidad a largo plazo para el territorio. Saber trabajar estas inversiones con unidad a través de las asociaciones de pueblos que se van a crear es fundamental. Estas entidades, tres en concreto, agruparán a los municipios y serán promotoras de proyectos de futuro. Es fundamental que se sepa aprender de los errores cometidos con la ejecución de los fondos públicos, atomizados en pequeños proyectos que deberían haber corrido a cuenta de gasto corriente de otras administraciones. La reversión de los fondos de las renovables debe destinarse de forma directa a crear iniciativas públicas de empleo, bien a través de sociedades cooperativas agroalimentarias, empresas ligadas a la salud, a los servicios sociales, el turismo o la explotación de los recursos endógenos de la provincia de Teruel en cualquiera de sus amplias dimensiones. El futuro que se abre hoy tras la presentación de este importante proyecto solo puede ser esperanzador. Cabe felicitarse por tanto tras tantos meses de trabajo callado, que en ningún caso se ha empleado como ariete electoral pese a tener casi cerrada la negociación final. En esta línea de trabajo se encuentra también la importante inversión de Forestalia en Andorra para crear la mayor central energética de pellet de España, que creará 60 empleos directos y otros 350 ligados a la gestión forestal de la madera. Sin duda todo un espaldarazo tras meses de incertidumbre en los que se anunciaban proyectos que no terminaban de tener nombre y apellido, que además se recibe como todo un balón de oxígeno tras el reciente anuncio de Endesa de adelantar el fin a todas las centrales de carbón españolas.