Un año más, la Diputación de Teruel celebra la festividad de San Jorge, patrón de la institución. Un día en el que se rinde homenaje a los que cada día trabajan por esta provincia: los alcaldes, alcaldesas y corporaciones locales.

A ellos, dedicamos esta jornada que, sin duda, se queda corta para devolverles el trabajo que realizan a diario, sus desvelos y su conducta intachable.

Mucho se ha escrito sobre las cualidades de un buen un alcalde. ¡Hasta famosas jotas!

Los alcaldes tienen que saber gestionar sus escasos recursos. Ser árbitros neutrales en favor de sus vecinos. Deben asumir el peso de la toma de decisiones sin asesores, sin consejos, sin dietas, sin expertos de marketing o financias y sin la posibilidad de contar con otra herramienta que no sea su propio sentido común y su vocación pública a prueba de bombas y críticas.

Y deben sacar adelante aún con opiniones contrarias, los proyectos que se han planteado priorizar. Deben ser fieles a sus metas y proyectos pero tener la suficiente flexibilidad y empatía como para enmendar sus opiniones en favor de las aportaciones de sus vecinos.

En definitiva: para ser alcalde hay que tener casi «superpoderes». Y los de Teruel, los tienen.

Pero el dia del patrón sirve también para conceder cada año la Cruz de San Jorge, la máxima distinción de la DPT que este año recae sobre el Cardenal de Cretas, Monseñor Juan José Omella.

Era de justicia reconocer la labor que realiza más allá de nuestra provincia. Una labor discreta pero siempre loable y notoria puesto que pone el acento en los más débiles. Y aunque hoy sus obligaciones sean otras, desde la Diputación queremos reconocer su trayectoria personal y profesional y sobre todo el buen nombre que ha dado a nuestra provincia que siempre lleva en su corazón.

La festividad de San Jorge nos sirve también para seguir actuando como el ayuntamiento de ayuntamientos que somos y hacer repaso de nuestro trabajo anual. En este sentido, tiene gran relevancia el Plan de Empleo dotado este año con un millón y medio de euros que permite generar cerca de 600 empleos en nuestros pueblos. A él se suma el Plan de Concertación que hemos incrementado hasta los 4.100.000 euros y que junto al Fondo de Inversiones Financieramente Sostenibles, que se va a aprobar este miércoles en pleno por un importe de 11 millones y medios de euros, es el programa de mayor importancia y cuantía de esta Diputación.

En mi discurso habrá hueco también para exigir que se cumpla el Estatuto de Autonomía de Aragón para que Teruel tenga las mismas oportunidades que el resto; instaré a mejorar la financiación de las entidades locales que, como la Diputación de Teruel, han hecho bien sus deberes cumpliendo con los parámetros de deuda, déficit y techo de gasto.

Reclamaré la recuperación de los Planes de Obras y Servicios o de su equivalente y la concreción del plan 300 por 100 de extensión de la banda ancha, tan necesaria y urgente para todo el medio rural turolense.

Una cuestión sobre la que la Diputación lleva trabajando más de 2 años y que ahora está a expensas de conocer urgentemente, en qué tesitura nos sitúa el nuevo plan estatal con el objetivo de evitar la pérdida de financiación europea y asegurar que se llegue realmente a todos los rincones de la provincia.

En cualquier caso, el compromiso de la Diputación será llegar donde el resto no llegue haciendo posible que la brecha digital no sea tal.

Y hablaré finalmente de la iniciativa «113 SOS TERUEL para ejecutar desde ya mismo ideas concretas para la implantación de nuevas empresas con el apoyo financiero que precisan.

En definitiva: un San jorge para los alcaldes y alcaldesas. Un momento para recapacitar y conversar con ellos en la idea de mejorar y seguir trabajando por nuestra provincia.

FELIZ DÍA DE SAN JORGE.