Hay asuntos que deben ser poco atractivos para llegar a titulares de la prensa y jamás se afrontan con el suficiente ahínco. Un tema que pasa desapercibido para cualquiera que desconozca el funcionamiento real de un ayuntamiento es la función de secretaría y/o intervención. Los pequeños pueblos deberían estar muy bien asistidos jurídicamente y administrativamente, sin embargo, no se soluciona una demanda del municipalismo que es esencial para no ver pueblos desaparecer.

El futuro de la provincia de Teruel y sus consistorios, pasa por las manos de cerca de un centenar de secretarios interventores. Muy pocos de ellos ocupan la plaza que les pertenece, y son interinos la mayor parte de los que sustentan y contribuyen a sacar nuestros pueblos adelante. La carga administrativa siempre ha sido grande, pero en la última década se ha disparado con nuevas obligaciones que vienen desde instituciones superiores.

Estos puestos de trabajo, en casi toda provincia, parece que resultan poco apetecibles para los funcionarios que ostentan la habilitación estatal, entre otros motivos porque cada secretario puede tener a su cargo varios pueblos, en casos 4 ó 5, y eso lleva a la locura, porque muchas de las obligaciones del cargo son iguales para un municipio como La Zoma que para Teruel capital. Esta situación hace que solo dé tiempo a salir del paso y nada mas, en el cumplimiento de funciones, es así de triste.

A pesar de todo esto, hay un grupo de secretarios interinos que están sacando las castañas del fuego a la provincia de Teruel y que viven en una continua situación de inestabilidad. La solución podría ser consolidar a estos trabajadores, que sí quieren trabajar por el medio rural u otra medida efectiva y rápida que pase, como debe ser, por trabajar todos estamentos a una y dar soluciones, porque esto también es luchar contra la despoblación.

Pedro Bello – GANAR La Puebla de Híjar