Unas de las frases que más se escuchan entre los inversores estas últimas semanas son, «desde que invierto en bolsa no duermo bien» o «los mercados me están quitando el apetito». Estas se resumen en el siguiente «casi mantra» del bolsero «me intento tomar con la mayor calma posible las idas y venidas de los mercados, pero me es imposible no estar encima de los mercados buscando la próxima inversión y que hacer con la que tengo en cartera».

Cuando esto sucede hay que tirar de una de las «normas principales» a la hora de invertir en bolsa «reduce tu inversión en bolsa, hasta que puedas dormir tranquilo». Invertir en los mercados financieros puede resultar una actividad muy estresante. Es difícil no caer en la tentación de acudir a los mismos con la misma predisposición que a un juego de azar, en búsqueda de emociones y de un enriquecimiento rápido. Es un error.

No podemos perder el primer objetivo de cualquier inversión en bolsa, que es invertir unos excedentes para obtener rentabilidad. En ningún momento este «trabajo» se dice que tiene que ser un hobby al que dedicarse para tener emociones fuertes. No podemos olvidar que el dinero que destinamos a los mercados, es un dinero que hemos AHORRADO y TRABAJADO, por lo que nuestro primer objetivo debe de ser el CONSERVARLO, mucho antes que el de obtener rentabilidad.

Lo pongo en mayúscula, ya que me parece de suma importancia esta parte que solemos olvidar. Invertimos sin apenas preparar la operación (sin marcar objetivos ni stop loss etc ..) y en cuanto la operación nos comienza a acarrear perdidas, nos olvidamos de cuidar el dinero y nos refugiamos en la frase «ya subirá».

Esta frase, es la que más dinero ha lapidado desde que se creo la bolsa. Esta claro que todo lo que sube tiene que bajar y viceversa, pero esa ley no tiene en cuenta ni el tiempo ni las maneras, además de no ser 100% cierta. Yo aun no he visto ningún negocio, ni nada en esta vida que sea espontáneo, que venga por que si. Ni incluso la suerte creo que sea por que si. Detrás de todo en esta vida, hay un trabajo y un esfuerzo. Todo lo que eres y lo tienes hoy, es el resultado de la toma de decisiones que has realizado durante el camino hasta aquí.

De la misma manera tu dinero y tu riqueza provienen de tu trabajo. Equipara la inversión en bolsa o en productos financieros, a cultivar un huerto. Yo aun no conozco ninguno que sin trabajo ni dedicación, den fruto, y si acaso lo dan, son malas hiervas. De la misma manera, la inversión en la bolsa, sin trabajo ni dedicación, difícilmente dará buenos resultados, e incluso si los da, si no estamos presentes para recogerlos, de la misma manera que aparecieron, desaparecerán.
Así que ya sabéis, a cultivar vuestro huerto.

Raúl Cirugeda Conejos – Caja Rural de Teruel