En tiempos de crisis fuertes del sistema como la que estamos viviendo solo se sale con un Estado fuerte…
Un estado fuerte que garantice un salario medio decente que permita a la gente vivir, un sistema de vivienda pública de alquiler o hipoteca que permita que las moratorias de alquileres e hipotecas se hicieran más fácil, un sistema sanitario que no se cae ni tiene falta de recursos porque se le ha estado premiando, una educación pública muy fuerte y con recursos para que poder llevar las clases desde casa no suponga problemas, una agricultura apoyada por el estado, con una PAC justa y control de precios para que el beneficio no se lo lleve el intermediario para que en situaciones de crisis tengamos el abastecimiento garantizado, un estado con control en los suministros (agua, luz y gas) que permita la moratoria de los pagos en tiempos difíciles, un sistema que refuerza la atención a personas mayores, sin techo ni dependiente, un estado que intervenga los ERTE con el objetivo de que las empresas hagan un paréntesis y se evite la destrucción del empleo y garantice la prestación de desempleo, un sistema que garantice el carácter del trabajo a distancia facilitando el procedimiento para poder aplicarlo en tiempos de crisis, un sistema que garantice la prestación extraordinaria por cese de actividad a los autónomos en momentos difíciles, un sistema que garantice un plan de contigencia contra la violencia de género ante una crisis y permita proteger a las mujeres, niños y niñas víctimas de la violencia de género.
Y por supuesto, un estado fuerte que diseñe programas para ayudar a la gente que queda desamparada y ayude a las empresas a evitar el cierre definitivo de pequeños negocios en tiempos de crisis y a millones de trabajadores se le ofrecen los mecanismos para satisfacer necesidades básicas mientras dure una crisis.
Un estado fuerte que ponga en marcha un escudo social en momentos difíciles para que nadie se quede atrás.
Pero sobre todo ante una crisis no se debe hacer partidismo con un tema tan serio, ante una situación como la actual, debe haber tiempos de compromiso y solidaridad; no tiempos para dividir y polarizar sino para unir. Solidaridad en tiempos de crisis como lo están haciendo los ciudadanos y las ciudadanas de los 236 municipios, agrupados en las 10 comarcas que tiene la provincia de Teruel, solidaridad haciendo mascarillas de tela o en 3D para la protección de nuestro personas sanitario y fuerzas de seguridad o para repartir mascarillas a los servicios sociales de la Comarca de Teruel y residencias de ancianos, o poner a disposición de las personas mayores un equipo de voluntarios que les pueda realizar compras y simplemente llaman para comprobar cómo se encuentran, o saliendo a las terrazas, balcones de cada una de las casas de los pueblos simplemente con un aplauso sincero a las 8 de la tarde todos los días animando a l@s compañeros que están al pie del cañón en tiempos de crisis. O quedándonos en casa en tiempo de crisis, que permite ayudar a salir también ante de la crisis.
Solidaridad que significa: Hecho de ser solidarios una obligación o un derecho. Si solidaridad, esa palabra que resurge en tiempos de crisis, esa palabra que es relación de quienes comparten intereses o afectos: compañerismo, fraternidad, hermandad, hermanazgo, amistad y cuya importancia la podemos definir como el acto mediante el cual una persona realiza acciones en beneficio de otro sin recibir nada a cambio. La solidaridad es la base de la sociedad humana si se tiene en cuenta que cuidándonos unos a otros es que podemos sobrevivir.
Si, la solidaridad es uno de los valores humanos tradicionales, que nos hace querer cooperar y querer apoyo a las personas necesitadas en su mayor momento de vulnerabilidad, dejando a un lado las necesidades, opiniones o prejuicios personales.
Y precisamente en tiempos de crisis, en esta provincia, en sus comarcas, en sus pueblos, la palabra solidaridad es cuando se pone por delante de todo lo demás, personas anónimas, ayuntamientos, hoteles, asociaciones, jóvenes, ancianos, personal sanitario, cruz roja, agricultores, bomberos,… se vuelcan todos los días para que todos y todas podamos pasar, precisamente eso, un día más hacia delante.
Si hay algo que tenemos los y las Turolenses es precisamente eso la capacidad de dar solidaridad. Porque como decía Gioconda Belli, «La solidaridad es la ternura de los pueblos». Y es la ternura que en estos días la ciudadanía de esta provincia esta demostrando.
Estado fuerte y solidaridad en tiempo de crisis son más necesarios que nunca. Debemos creérnoslo porque así saldremos de una crisis.
Mª Ángeles Manzano – Podemos Andorra
antonio germán torres dice
Apreciada María Ángeles.
Su visión de la solidaridad es acertada, pero es sólo una de las posibles. Esta claro que esa visión esta basada en unos valores laicos contemporáneos, a los que se ha llegado por evolución social, para dar respuesta humana a las contradicciones del tiempo presente, pero sin afrontar las causas que producen esas contradicciones.
Para los que ya tenemos cierta edad, lo primero que nos trae a la memoria la palabra solidaridad es que con ella se bautizó a la gran federación sindical polaca de raíces cristianas que dirigida por Lech Walesa acabo con la dictadura comunista que oprimía a toda la nación polaca desde el final de la segunda guerra mundial. Esta organización acabó convirtiéndose en partido político y su líder Lech Walesa llegó a la presidencia del gobierno polaco.
La gran lección que nos legó a los europeos, es que el comunismo no ha llevado la solidaridad y la justicia social a ningún país ni antes ni después de 1945.
Aquí en España, se ha usado la palabra solidaridad para justificar proyectos y acciones que de solidaridad tenían muy poco. Le recuerdo la defensa numantina que tuvimos que hacer los aragoneses para frenar los injustos trasvases del Ebro que en su momento parecían la panacea necesaria para gobernar a una naturaleza que no reparte nada a gusto de todos, ya hablemos de sol, de petróleo, de agua o de tierra fértil.
En este momento debemos ayudarnos los unos a los otros, pero esto no se hace solo por solidaridad, también se hace por miedo, e incluso por oportunismo político. ¿Con qué solidaridad se esta tratando a los mayores?
Reciba un cordial saludo
José Antonio Fatás dice
Yo también soy mayor. Y tengo algo de memoria. Y yo conocí la palabra solidaridad muchísimo antes de la existencia del sindicato polaco (Solidarność) que usted menciona. Para empezar un sindicato que se intitula cristiano ya peca de insolidario con todas aquellas personas que no lo son. Y al Papa que lo bendijo fue mucho más solidario con el dictador sanguinario Pinochet que con el sacerdote ministro de Nicaragua Ernesto Cardenal. El papa polaco, admirado por Lech Walesa, fue de todo menos solidario condenando, entre otras muchos asuntos, a la teología de la liberación que era la que predicaba (y obraba en consecuencia como lo demuestra el numeroso reguero de muertos que aportaron) la solidaridad con los pobres mientras que el papa polaco (Juan Pablo II) recibía entre los lujos y oropeles del Vaticano a Lech Walesa. La solidaridad se practica en la humanidad desde su aparición. Tiene narices que ahora parezca que la haya inventado un sindicalista cristiano del siglo XX.
kiko dice
Solidadidad si tendremos, pero un estado fuerte no lo somos. La prueba es que las 17 autonomias, ó pseudoestados van cada una a su bola. Y tiene razón Antonio German Torres. El comunismo sólo ha traido desgracia y miseria allí donde se ha implantado. Se lo dice una persona que tuvo la suerte y desgracia de vivir 3 meses en la antigua Unión Soviética durante el periodo de Leonidas Bresniev como presidente durante el año 1.979. Suerte para ver lo que era el régimen comunismo, y desgracia por ver coartadas las libertades más elementales.