Una de las debilidades históricas, que de manera recurrente aparece en el proceso de construcción de la Unión Europea es la de ponerse de acuerdo entre los diferentes países que componen la Unión, y si bien es cierto que se han dado muchos pasos, no siempre ha sido así y en tiempos de crisis, no es tarea fácil.  Al hilo de esta cuestión, hay que recordar la frase célebre del secretario de Estado Estadounidense, Henry Kissinger: ¿A quién llamo si quiero hablar con Europa?

Nadie duda que estamos en momentos de graves dificultades sociales y económicas y forma parte del factor humano reducir el área de influencia de los problemas a tu casa, país o región, un grave error, ya que, queramos o no, la solución ante la pandemia tiene que ser global, o simplemente no habrá solución.

Por primera vez en la historia de la Unión, se ha dado respuesta efectiva a un problema a través de una respuesta eficaz al grave problema del empleo y la protección social, abriendo el instrumento SURE( Support mitigating Unemplayment risk in emergency) dotado con la nada desdeñable cantidad de  100.000 millones de Euros.

Conscientes del riesgo de los Estados afectados para que puedan acudir a los mercados a financiar gasto social, la Unión Europea ha sido la entidad que ha acudido a lograr prestamos financieros de bono social y por tanto tener la liquidez disponible para prestar a los Estados miembros que lo necesiten.

Este préstamo para los estados miembros se concederá para financiar los regímenes de reducción del tiempo de trabajo en favor de los empleados o medidas similares en favor de los trabajadores por cuenta propia.

Es cierto que la Unión Europea ha desarrollado a lo largo de su historia diferentes programas estratégicos operativos que han intentado dar respuesta a problemas y retos de la Unión, pero a diferencia de otros programas, el programa SURE puede permitir- mas allá del momento actual de la pandemia del COVID  19- la activación de emergencia del régimen europeo de reaseguro de desempleo y no se opone en modo alguno a la creación de un futuro régimen permanente de reaseguro de desempleo.

En clave global, nadie duda que el centro financiero y económico se va a desplazar de occidente a Asia- Pacífico, y Europa se enfrenta a la gran pregunta ¿Cuál es nuestro punto diferencial que no tiene China, Estados Unidos, India o Corea del Sur? Nuestro modelo político y social del llamado Estado del Bienestar, donde se armoniza de manera supranacional un sistema económico moderno y competitivo y un modelo de vida con sistemas públicos de protección social equilibrada: La apuesta por dar salida al problema del desempleo bajo una perspectiva europea única es un avance de considerables dimensiones que no debemos desdeñar. 

Jorge Abril Aznar  – Coordinador de  Maestrazgo Asociación Desarrollo (ADEMA)