Se lamenta el alcalde de Andorra en una entrevista hoy en La COMARCA de que «si Andorra cae, será por la burocracia administrativa, no porque los inversores no la vean como tierra de oportunidades». La tramitación de proyectos ligados al emprendimiento está siendo un verdadero lastre para ayuntamientos y emprendedores que terminan tirando la toalla. Precisamente en Andorra y sus pueblos limítrofes se presentaron más de un centenar de proyectos empresariales basados en el desarrollo de productos locales para que el Ministerio de Transición Justa elaborase su plan. Seis meses después nada se sabe de la valoración ni de qué supondrá esa transición en la que se anunció que «nadie quedaría atrás» y que se construía con proyectos tractores locales. ¿Hay problemas de viabilidad técnica en esos proyectos? ¿O se trata de falta de capital inversor? ¿Acaso la elevación de aguas no sería clave en el desarrollo agroindustrial de esa zona? ¿No depende solo de los PGE? En este sentido, también el anuncio de descentralización administrativa por parte del Gobierno Central se podría materializar en la ubicación en Andorra de la oficina de Reto Demográfico. Esto es cuestión de voluntad y de comenzar a aplicar los diagnósticos que llevan ya demasiado tiempo hechos.

El desmantelamiento de la Central Térmica es lo que está creando ahora empleo, sin embargo tiene una breve fecha de caducidad. Las grandes eléctricas que se presentarán a la subasta de los megavatios que ha liberado la térmica deben aportar un plan de acompañamiento. Será millonario y traerá riqueza seguro, pero debe estar de la mano de los emprendedores locales. Dos de ellos fueron premiados el viernes por la Asociación Empresarial Andorra Sierra de Arcos y Bajo Martín. Son claro ejemplo de capacidad de innovación y desarrollo basado en la apuesta local. Junto a ellos, fue galardonada la Escuela de Música de Andorra, que recibe a alumnos de numerosos municipios vecinos. Su existencia se debe sin duda a unos servicios públicos excepcionales de los que esta localidad puede disfrutar gracias a una riqueza histórica ligada a la presencia de Endesa en la zona, que se traducía en 2,5 millones de euros anuales en impuestos para las arcas municipales. Las renovables probablemente permitirán mantenerlos, pero debe haber personas para disfrutarlos. El reto de mantener el talento local requiere una labor directa, valiente y de enorme unidad.

Editorial.