Entre fase y fase, la vida sigue y se reactiva en nuestras comarcas. Disfrutando de una ventaja muy valorada en tiempos de pandemia, formar parte de un medio rural con baja densidad de población, de esa España vacía o vaciada (y añado otra descripción que cojo prestada, «holgada») de la que tanto se habla y tantas líneas se escriben. En Aragón conocemos bien el tema.

Las administraciones públicas han desarrollado un trabajo intenso estos meses para plantear estrategias y planes de reactivación tras el duro batacazo del coronavirus. Esperemos que la combinación de acciones y medidas den resultados satisfactorios. Cada institución (ayuntamientos, comarcas, diputaciones…) ha trabajado dentro de sus posibilidades, presupuestos y competencias, pensando en la ciudadanía que ha perdido el empleo, así como en apoyo a los empresarios, autónomos y pymes que no consiguen ver la salida a esta situación.

En el Gobierno de Aragón se apostó por desarrollar una «Estrategia aragonesa para la recuperación social y económica», con la participación de varios actores (partidos con representación en las Cortes de Aragón, agentes sociales y la FAMCP). Las conclusiones y las medidas planteadas están previstas que se presenten a primeros de junio. En el caso del Departamento de Vertebración del Territorio, una de las iniciativas más demandadas ha sido la recuperación de la convocatoria de ayudas del fondo de cohesión territorial, que ha sufrido modificaciones para adaptarse a la emergencia social y económica tras la pandemia, pero que verá la luz en las próximas semanas. La apuesta en la convocatoria de empresas es apoyar nuevas oportunidades en pequeños municipios, como la creación de empresas de economía social y la contratación de jóvenes formados en materia de servicios sociales, transformación de productos agroecológicos y alimentos artesanos, así como en trabajos forestales. También se plantea promover los servicios ambulantes que no pongan en riesgo servicios fijos ya existentes. En la convocatoria de entidades sin ánimo de lucro y familias, centramos los esfuerzos en planes de formación para el empleo pensados especialmente para la población femenina, apoyar la actividad de asociaciones culturales y deportivas locales fuera del periodo de verano, ayudar a las entidades sociales a reforzar los medios disponibles para el transporte social adaptado y una línea de ayuda específica para particulares, que permita inversiones en viviendas unifamiliares de los pueblos para crear entornos adaptados a personas mayores y dependientes.

Otro de los temas clave es el transporte público, con la reactivación del nuevo mapa concesional, donde se van a ofertar nuevos modelos como el transporte a demanda, que complementaran a las líneas regulares. El compromiso es que la gran mayoría de los pueblos de Aragón (todos los municipios con más de 10 habitantes) tengan garantía de transporte público, al menos con una frecuencia semanal. También se quiere compensar con líneas de ayudas el déficit extraordinario que han tenido las empresas de transporte los últimos meses debido a la situación.

En carreteras, se defiende la necesidad de un plan extraordinario que permita multiplicar la inversión respecto a otras legislaturas, para mejorar y adecentar nuestra red autonómica y poder llegar a tramos de carreteras que no han podido mejorarse en años. Este esfuerzo inversor en obra pública permitirá también ayudar a la recuperación económica por parte de las empresas de construcción aragonesas.

Y no nos podemos olvidar de la vivienda como sector clave de apoyo social a los que más están sufriendo por la pandemia. Están previstas unas ayudas especiales al alquiler por la situación del Covid-19 y apostar por la rehabilitación de cascos urbanos, entre ellos el de Alcañiz. También se pretende ampliar el parque público de vivienda social, llegando también a los pequeños municipios con obra nueva y con una campaña especial de captación de viviendas vacías con incentivos a particulares, donde la administración avale el cobro del alquiler y el estado de conservación del inmueble. Medidas ambiciosas y consecuentes con la situación actual, necesarias para trabajar por un futuro más saludable y una mayor cohesión territorial.

José Manuel Salvador – Director General de Ordenación del Territorio del Gobierno de Aragón