Hace ya unos años, me tocó ir de administración en administración con un proyecto bajo el brazo para hacer unas pasarelas sobre el río Guadalope que llevaran desde Montoro de Mezquita hasta el espectacular Estrecho de Valloré, pasando por bellos parajes e impresionante geología. Fueron muchas las puertas a las que llamé y solo encontraba sorpresa al ver que alguien intentaba sacar a un pueblo del anonimato y de una muerte segura.

Finalmente después de cuatro años, en 2017 la Comarca del Maestrazgo con un fondo FITE, y el ayuntamiento de Villarluengo, con la gestión burocrática llevaron a cabo el proyecto. Tres años más tarde pese a todas las dificultades que el tiempo nos ha traído (riadas históricas, Covid…, pues en realidad solo se han podido disfrutar 19 meses de todo ese tiempo), para sorpresa de muchos, se ha demostrado que las Pasarelas de Valloré se han convertido en un referente turístico y un revulsivo para toda la Comarca.

Por poner un ejemplo, comentaré que durante todos los días del mes de agosto han recorrido esta sencilla senda más de 400 personas y, en lo que llevamos de septiembre, diariamente están pasando alrededor de 150 personas, creo que esto demuestra que somos una de las rutas de referencia, no solo del Maestrazgo, sino de toda la provincia de Teruel.

Ahora, una vez más tenemos que esperar que las administraciones vean que realmente esto es una posibilidad de futuro, que si se sabe gestionar va a servir para asentar población, que con el debido mantenimiento, la limpieza y el asesoramiento, se puede dar un buen servicio a las personas que vienen; siendo posible contratar a algunas personas de la zona con lo que los turistas puedan aportar a través de un canon, entrada o algo similar. Estoy segura que las personas que vienen estarán encantadas de poder contribuir a su mantenimiento ,a la conservación del entorno y al asentamiento de población en una Comarca tan sumamente despoblada.

Solo queda que se abran ya los ojos y que se vea que hay futuro en el patrimonio natural del territorio como un recurso de futuro, con paisajes bellos, limpios, casi sin transformar; paisajes como los que nos han dejado nuestros antepasados.

Carmen Olague – CHA Montoro de Mezquita