Los que vivimos en este territorio, llevamos años diciendo que la posibilidad de cierre de la Central Térmica de Andorra estaba encima de la mesa. De hecho llevamos años trabajando para que esto no ocurra y reivindicando un futuro digno para nuestra zona.

Ya en 2010 conseguimos lo que llamábamos «unidad de acción», donde Ayuntamientos, Comarcas, sindicatos, empresarios, partidos políticos y todos aquellos que quisieron dar su apoyo, defendíamos un lema que es «CARBON + REINDUSTRIALIZACIÓN = FUTURO».

Esta defensa de nuestro territorio continuó en 2012 donde mantuvimos una lucha constante con todo tipo de movilizaciones, 64 días de huelga indefinida, múltiples manifestaciones, encierro en la mina…, ya en 2016 formamos la mesa por el futuro de Andorra y su comarca y la lucha continúa actualmente.

En estos momentos donde parece que el cierre de la central y de las minas es irreversible, si algo necesitamos es volver a esa «unidad de acción». De nada nos sirve el enfrentamiento político cuando está en juego la que puede ser la última oportunidad de reactivar nuestro territorio.

Los ciudadanos de nuestras comarcas conocen sobradamente quienes han dado siempre la cara y quienes no. Por eso en estos momentos tan críticos necesitamos que las promesas de unos y otros se conviertan en realidades.

La gran mayoría pensamos que el cierre de la central es precipitado. Que todavía queda alguna posibilidad de alargar su funcionamiento hasta que consigamos alternativas viables.

Pero al mismo tiempo debemos seguir insistiendo en aumentar las infraestructuras que hagan más atractivos nuestros pueblos de cara a la atracción de inversiones.

Proyectos como la Elevación de Aguas del Ebro, que se ha retomado de nuevo, son importantísimos para el desarrollo de nuestro territorio. El agua es vida y es futuro. Futuro que quedará en el aire si no somos capaces de ir todos juntos para hacer frente a ENDESA y al mismo tiempo seguir buscando y desarrollando proyectos generadores de empleo.