Con el curso a punto de acabar, el verano ya está aquí con un ánimo y una energía positiva que eran muy necesarias, las gentes de los pueblos estamos con mucho mas ánimo y con la mente mas abierta, ya llevamos unos meses de mas relajación mental y hemos paladeado cada evento o acto realizado en nuestras localidades. Llega el momento también de reflexionar sobre los retos de esta legislatura que ha sido rara, rara, rara y que ha desenfocado un poco los típicos plazos, en cuanto a realización de inversiones y actuaciones, respecto a la costumbre política anterior.

Han sido dos años completos donde las prioridades se imponían y el clima de tensión sanitaria y de seguimiento de los protocolos de seguridad eran el tema fundamental en cualquier tipo de propuesta o debate. Había mucho menos roce, mucha videoconferencia y sobre todo, pues preocupación, ya que cada cual en nuestras casas teníamos también altibajos como ha pasado en todas las familias de este país y del mundo.

El empuje ecónomico que supuso la modificación de la regla de gasto y el uso de los remanentes han ayudado a nuestros pueblos, en especial en los planes desplegados por Diputación Provincial, también el lento desarrollo de los FITE, los complicadísimos fondos europeos y veremos que pasa con la Transición Justa, pero todo ello nos tienen que permitir despegar.

Sin embargo han sido también momentos de oportunidades, dónde en algunas instituciones cambiamos el enfoque del trabajo y aprovechamos las limitaciones que nos ponía el COVID para dedicarnos a temas importantes que en condiciones normales se hacían complejos de lanzar, hemos trabajado intensamente en temas jurídicos, urbanísticos, recursos humanos, redes sociales y de eficiencia energética, entre otros, que ahora empiezan a dar sus frutos. Bienvenido el verano y a seguir luchando sin parar.

Pedro Bello. GANAR La Puebla de Híjar