Hace unos días se celebraron unas Jornadas Técnicas en Teruel sobre gestión de Vías Verdes.  Contamos con la participación de dos empresas ligadas a la actividad cicloturista: la casa de la estación de Albentosa en la Vía Verde Ojos Negros (92  km de 168 totales hasta límite provincia Castellón) y Matarraña Aventura en la de Val de Zafán (83 km. de 132 hasta límite provincia Tarragona)

Tanto José Carlos Gómez como Carlos Cervera nos aportaron su visión como empresarios cuyo modo de vida depende de estas vías.  El 80% del volumen de facturación en el caso de http://lacasadelaestacion.com/ es ciclo turista.  En el caso del negocio afincado en Cretas, https://matarrañaventura.com/ hablamos de unas 7000 personas/año que utilizan sus servicios.  El mensaje es ambos casos:  tenemos una infraestructura muy potente, con un perfil de visitantes al alza, sobre todo fruto del auge de las ebikes y de personas mayores que las utilizan y que vienen de países de centro Europa a lo largo de todo el año. Pero también incidieron en que hay que mejorar el servicio que estamos ofertando.  El boca a boca funciona para bien y para mal y, aunque se han ido acometiendo mejoras, queda mucho por hacer.

Por su parte,  Ángel Planas,  gerente de los 120 km de Vías Verdes de Girona , https://www.viesverdes.cat/es/  nos ofreció su visión y experiencia de los últimos 20 años.  Comentó varias cosas interesantes que podrían ser extrapolables a nuestra realidad.

Lo  primero que destacó es que estas infraestructuras son por y para la gente del territorio.  Una de las realidades que ha puesto de relieve la maldita pandemia ha sido la necesidad que tenemos de volver a sentir el contacto con la naturaleza, sea andando con nuestros vecinos y familiares, paseando con nuestras mascotas o disfrutando de la bicicleta por una vía segura. Y la gente allí, ha hecho suyo ese espacio y demanda que esté bien señalizado, bien arreglado y bien conservado.

En segundo lugar, hay en estos momentos 67 puestos de trabajos ligados directamente a esa infraestructura. Se generan 3»5 millones de euros anuales y las perspectivas van en aumento.  Es decir, se han convertido en una empresa que genera empleo y riqueza en el territorio a partir de un recurso endógeno  y  respetuoso con el medio natural que les rodea. Con el valor añadido de que, tales negocios se afincan también en localidades pequeñas.

Y en tercer lugar, se organizan a través de un consorcio en el que todas las administraciones están implicadas en función de unos porcentajes en relación a su presupuesto, número de habitantes y kms de vía verde en su territorio, de manera que cada año, en su presupuesto anual, se destina una partida para contribuir de manera solidaria al mantenimiento, pero también a pagar al personal que participa en ferias, que promociona, que solicita ayudas nacionales y europeas para ampliación, digitalización, etc, etc. etc….

Por tanto, ese es el reto que tenemos por delante desde el Gobierno  de Aragón y su Dpto. de Vertebración del Territorio. Poner en marcha el Consorcio de las Vías Verdes de Teruel. Aunar esfuerzos y  colaborar estrechamente con la DPT, con los municipios y comarcas por los que atraviesan ambas vías y conseguir también que su unión a través de las Cuencas Mineras y el Bajo Aragón, sea también una realidad ilusionante.

Ignacio Belanche – CHA Valderrobres