La desgracia de la isla de La Palma, que a saber cuánto dura y lo que nos dejará de mala herencia, sirvió para generar allí un consenso operativo entre todas las administraciones: local, insular, autonómica y estatal. Un milagro. Pero en el Congreso de los Diputados ni se inmutaron. El volcán parlamentario rugió como siempre en días posteriores; la lava verbal fluyó devastadora; la cortesía democrática deseable se convirtió en expulsión de cenizas tóxicas y la temperatura, que en el cráter roza los mil grados, apenas refrescó en la Cámara. Como sería la erupción, que la presidenta Meritxell Batet, tuvo ponerse muy seria y llamar a capítulo a sus señorías. Como en un colegio. No todos son iguales, desde luego. Cada vez que se escribe en Twitter que la bronca parlamentaria es insufrible, un río de respuestas pide que se identifique a los que pierden la compostura. Hay de todo, pero, como se puede comprobar, destacan la extrema derecha y la clásica. El Diario de Sesiones, que recoge todas las palabras pronunciadas, es público y accesible. Revisen.
Mientras ese espectáculo tan poco edificante se representa casi todas las semanas en un Congreso con 17 partidos, dos ex presidentes, Felipe González y Mariano Rajoy, se sentaban a conversar en el Foro La Toja para defender al fenecido bipartidismo. España no fue nunca país de solo dos partidos, pero sobre la columna vertebral de los socialistas, o la de los populares, era posible construir gobiernos. Ahora esas dos columnas están debilitadas y para llegar a los 176 diputados que constituyen mayoría absoluta, se exige una suma heterogénea de difícil consecución y peor manejo. A los populares les pasará lo mismo: cierto es que Aznar en el año 2000 y Rajoy en 2011 consiguieron mayorías absolutas, pero entonces no existían Ciudadanos ni Vox. También Felipe González tuvo varias mayorías absolutas (en el 82, 86 y 89) y Zapatero logró cómoda mayoría en 2004 y 2008, pero el fenómeno Podemos estaba por llegar. «Así, ahora, es muy difícil gobernar», sostiene Rajoy. Aritmética ajustada y clima parlamentario devastado.
Solo hay una alternativa a esos dos bloques tan fragmentados y heterogéneos, aseguran los dos ex presidentes: un pacto entre PSOE y PP, o PP y PSOE, tal como se ha gobernado en la última legislatura de Ángela Merkel. Su vicecanciller será probablemente quien ocupe su puesto y serán necesarios ahora tres partidos: el socialdemócrata, el liberal y los verdes. A menos que se repita de nuevo la gran coalición con los democristianos, algo muy improbable. Es lo que hay en Alemania, ya que a la extrema derecha tipo Vox no la consideran admisible en las posibles alianzas parlamentarias. Pero en España la cultura de una «gran coalición», a la alemana, apenas se acepta hoy.
La fragmentación del Congreso aún puede empeorar. Hay candidaturas tipo Teruel Existe en varias provincias, lo que que podría elevar los partidos representados de 17 a 20. Más difícil todavía. Con todo, hay que esperar; porque, aunque la oposición las quiera ya, las elecciones no deberían llegar antes de finales del año 23, que es cuando tocan. O incluso en enero del 24, porque España presidirá el Consejo de la Unión Europea en el segundo semestre del 23. Pedro Sánchez deseará llegar hasta ahí. Si lo consigue, cabe imaginar que en esa espera habremos podido conocer muchas erupciones; mejor cutáneas que volcánicas. Hay que tomarlo con calma y no sulfurarse.
Manuel Campo Vidal. Periodista
Ramón del Guinardó dice
El volcán en La Palma se apagará tal y como la naturaleza convenga, el otro el del Congreso, este se apagará cuando la Congregación Mariana , que ha finalizado en la Plaza de Toros de Valencia le parezca.
La diferencia esta en que uno es natural, y el otro es artificial.
Pasaba por el Pinar dice
de catedra. asi es esta congregacion mariana sigue sin preocuparse de lo esencial .
renovacion del CGPJUDICIAL etc ( ya no tienen legitimidad democratica )
pacto por la energia etc etc pero ellos a lo suyo ,,,, les importa el pais un COMINO
Pascual F. dice
De los congresistas broncas y mal educados usted dice: «No todos son iguales, desde luego. Cada vez que se escribe en Twitter que la bronca parlamentaria es insufrible, un río de respuestas pide que se identifique a los que pierden la compostura. Hay de todo, pero, como se puede comprobar, destacan la extrema derecha y la clásica. El Diario de Sesiones, que recoge todas las palabras pronunciadas, es público y accesible. Revisen»
Que todos no son iguales esta claro, pero a los broncas, ustedes, los periodistas, deberían de sacarlos en primera plana, para que todos los conociéramos. Me da igual la ideología que tengan, el que insulte, retratado. No puede ser que al presidente de todos los españoles, sea González, Aznar, Zapatero, Rajoy o Sánchez se le llame criminal y el acusador se vaya de rositas, (y desde la calle tampoco), eso es gravísimo. Lo que no se como hacen para después de decirse todos esos insultos, son capaces de mirarse a la cara, salvo que sean unos don nadie, sin ningún honor, ni ética.
Así como también creo que el presidente del congreso debería de expulsarlos a la primera de cambio, sean de un partido u de otro, y si quieren bronca y riña que se vayan a la calle, como perros. (Perdón a los perros, que demuestran todos los días ser mejores que muchas personas).
En Aragón vivimos en la persona de José Antonio Labordeta, hasta que punto pueden sacar de quicio a una persona los insultos, los mando a la mierda y curiosamente se retracto él, mientras los insultadores se reían y el presidente les pedía por favor que dejaran de insultar.
Lo que vemos es un esperpento, pero los presidentes del congreso lo consienten y los jefes de filas de los partidos lo consienten, azuzan y los jalean mas tarde en las televisiones, radios y prensas.
También pueden tener ustedes los periodistas un punto de influencia muy importante e incluso hacer que se comporten estos individuos, ni una entrevista, ni un comentario, ni la mas mínima atención, solo como un pasquín en la portada. Fulanito de Tal, vetado por irrespetuoso, insultador y mal educado.
Por que no se equivoque usted, muchos de estos insultadores están muy satisfechos de lo que hacen y como lo hacen, ¿para eso cobran? En las próximas elecciones un par de puestos mas arriba, que lo han hecho muy bien. Ahora, la catadura del jefe que los azuza y consiente… tela.